En 2012, Julian Assange buscó asilo político en la embajada de Ecuador en Londres. El renombrado periodista australiano ha estado en la mira de muchos gobiernos por numerosas filtraciones de información valiosa y hasta clasificada que ha comprometido la seguridad y la imagen internacional países poderosos como Gran Bretaña y Estados Unidos. Suecia lo busca por cargos de violación y abuso sexual, motivo por el cual se refugió en el recinto diplomático de ese país sudamericano.

A seis años de su estadía, las autoridades ecuatorianas le advirtieron que de seguir interfiriendo en cuestiones políticas de “países amigos”, lo echarían sin más qué decir. El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, advirtió que si Assange continúa emitiendo comentarios que afecten a terceros con los que Ecuador tiene buena relación, lo obligaría a salir.

En una entrevista con la cadena televisiva Univisión, Moreno dijo que ya estaba buscando opciones para que el también creador de Wikileaks, pueda salir del país, sin poner en riesgo su integridad física y moral. “Queremos garantizar que no vaya a correr peligro”, dijo.

La causa por la que el gobierno ecuatoriano está molesto con Assange se debe a que el uno de octubre de 2017 denunció acciones represivas de la policía española contra los electores en Cataluña, específicamente durante el referendo independentista catalán. También criticó la decisión de Alemania de condenar al ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont y convertirlo en su primer preso político.

Assange ya se movió para evitar ser sorprendido por una expulsión abrupta. Hace unos días, estableció contacto con el gobierno de Australia al que le pidió que abogue por él como ciudadano de ese país. Sin embargo, Moreno mantiene su promesa de que se debe respetar la vida de Assange, y a no ser extraditado a donde pueda enfrentar peligro”, sobre todo en Estados Unidos, donde podría ser juzgado por la filtración de miles de documentos secretos.

Sólo para que lo sepan: Se comenta que México podría ser una opción para asilar a Assange, una situación que el mismo ex presidente de Uruguay, José Mujica elogió al afirmar que nuestro país ha refugio de “los perseguidos del mundo”.