Martín Antonio Manrique

A unas semanas del 75 aniversario de la Secretaría de Salud, debemos reconocer que se trata de una de las grandes instituciones del país, que tiene como principal objetivo garantizar el derecho a la salud consagrado en el artículo cuarto de nuestra Carta Magna y, con este carácter incluyente, constituirse como un igualador social entre los mexicanos.

Es indiscutible: desde su creación por decreto presidencial, el 15 de octubre de 1943, la Secretaría de Salud ha impulsado importantes políticas públicas en favor de la promoción y protección de la saludcomo el Programa de Vacunación Universalque ha permitido eliminar o controlar enfermedades prevenibles, como el sarampión.

Como puede verse, amables lectores de Siempre!, por más de siete décadas en nuestro país ha impulsado acciones que permiten a la población contar con una mayor esperanza de vida, y con ello acceso a posibilidades para obtener los niveles de desarrollo y bienestar físico, mental y social que establece la Organización Mundial de la Salud, como condicionantes del avance real de las naciones en materia de salud.

Las autoridades que han estado al frente de la Secretaría de Salud han trabajado para darle continuidad a programas exitosos, e impulsar innovaciones pertinentes, sin perder de vista la necesidad de brindar una atención con seguridad, de calidad y con calidez a la población

Las tareas emprendidas a lo largo de estos 75 años permitieron abatir las enfermedades infecciosas, disminuir las tasas de mortalidad neonatal e infantil, contribuyendo de manera significativa a mejorar el bienestar de la población, con lo cual México alcanzó en 2015 casi todas las metas en salud de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Sin embargo, de ninguna manera debemos sentirnos satisfechos con los logros alcanzados en materia sanitaria. La tarea no estará terminada mientras persistan dolorosas desigualdades e injusticias; en tanto existan muertes prevenibles y se presenten enfermedades que podamos evitar.

Martín Antonio Manrique.

El desarrollo de padecimientos no transmisibles como el sobrepeso y la obesidad, hipertensión, diabetes o cáncer; el embarazo en adolescentes, así como la falta de acceso a los programas y servicios sanitarios a toda la población, representan los principales retos que enfrenta nuestro sistema nacional de salud, y de paso nos muestran que el derecho a la salud es una asignatura pendiente de consolidar que no podemos aplazar por más tiempo, ni mirar de soslayo.

Las condiciones que hoy enfrentamos los mexicanos permiten vislumbrar  la puesta en marcha de decisiones y acciones, para atender la demanda de servicios médicos para casi 120 millones de personas.

Para hacer frente a este desafío y construir el México próspero e incluyente que todos queremos, se deberá fortalecer y hacer viable la capacidad de respuesta de un Sistema Nacional de Salud Universal, que ponga las bases de un modelo con una mayor coordinación entre las distintas instituciones del sector salud.

Ello requerirá ampliar la cobertura de servicios, por lo cual deberá contarse con unidades médicas que tengan recursos físicos, insumos y personal suficiente. De esta manera se garantizará a toda la población, independientemente de su condición de aseguramiento, el acceso oportuno y gratuito a los servicios y medicamentos necesarios.

En el marco de los cambios que ordenó el pueblo de México en las elecciones del pasado primero de julio, se requiere consolidar una medicina pública con un enfoque humanista y un código de ética centrado en la comunidad.

Con estas acciones, amables lectores de Siempre!, en la nueva etapa que se vislumbra ya, estaremos avanzando hacia una sociedad más igualitaria, socialmente más justa y más próspera.

Director general del Hospital Juárez de México