Una historia basada en vivencias personales a través de un muchacho que visita el gueto de Lodz (Polonia), ilustrada por el bilbaíno David de las Heras, es lo que integra Oh gueto mi amor, es el nuevo relato del escritor Eduardo Halfon, en donde narra un viaje necesario, búsqueda de un origen en un pasado terrible; pues además de ser guatemalteco y nieto de inmigrantes judíos que sobrevivieron por los pelos al Holocausto, lleva un puñado de libros construidos a partir de un momento de revelación: el día que su abuelo le contó que las cifras que llevaba tatuadas en la muñeca no eran un número de teléfono sino su placa de Auschwitz.

No obstante, aclara el autor, Oh gueto mi amor no es una obra en primera persona, a pesar que el narrador lleve su misma biografía, su nombre, su barba y sus gafas: “Pero no soy yo. Yo no fumo. Yo viajo poco y mal. Yo no soy tan intrépido y aventurero como ese otro Eduardo Halfon”.

En entrevista para la revista El Cultural, el autor imprescindible en el panorama literario en español, asegura que la historia de la obra editada por Páginas de Espuma, esta sostenida puramente en una ficción real, como todo lo que ha escrito por más de una década.

“Todo es real, y todo es ficción. No son términos excluyentes. Realidad y ficción son dos círculos que se traslapan en un diagrama de Venn, y la literatura es lo que sucede en la intersección”.

Durante las 69 páginas que incluyen la obra, catorce ilustraciones le dan al texto un aire mágico, gracias a las dibujos de De las Heras, que “le otorgan esa luz, colorido y magia que puede llevar a una escena en un patio de un gueto e introducir una serpiente”, dice Halfon, con respecto al trabajo que tuvo en colaboración con el artista plástico e ilustrador.

“Al verlas, supe que David había logrado darle otra lectura al cuento. No calcarlo. No repetir en imágenes la historia que ya estaba en palabras”, explica el acreedor del prestigioso Prix Roger Caillois, en Francia. Agrega que con esta nueva propuesta creativa y literaria, el lector tendrá otra lectura, otra experiencia.

Los textos de Halfon son considerados secretamente guasones. No hay chistes pero hay un buen humor en la sordidez que vuelve grata la divagación. Por lo que sorprende ese sentido dramático de la literatura que tiene su texto como mandato:  “El humor es la válvula de escape. El humor y el erotismo como salida, ése es un tema muy judío. Woody Allen, Philip Roth… ¿Y si tuviera que elegir entre el erotismo y el humor?, el erotismo, hombre, está claro”, apunta el autor de obras como Esto no es pipa, Saturno (2003), El boxeador polaco (2008), Mañana nunca lo hablamos (2011), así como Monasterio (2014), entre otras.