Que no haya duda, el PRI apoyará toda iniciativa que sirva para mejorar la seguridad de los mexicanos, pero la ley de amnistía que propone Andrés Manuel López Obrador, se tiene que analizar. “Eso no sirve, no sé si sirva; en lo personal, no es algo que pueda contribuir, pero lo primero que hay que hacer es preguntar a las víctimas”, señaló René Juárez Cisneros, expresidente nacional del partido y próximo coordinador de la bancada en la Cámara de Diputados.

Además, consideró que López Obrador debe entender que necesita seguridad, pues será “el jefe de las instituciones”. “Yo no creo en esas expresiones del presidente electo,  de que  ‘el pueblo me cuida’, está bien, eso es respetable, pero hay que entender lo que él representa”, dijo Juárez.

En entrevista con Carlos Marín para El Asalto a la razón, el priista advirtió que pese a que su bancada será de apenas 45 integrantes, sabrán acomodarse a esa realidad si es que quiere sobrevivir: “Somos menos en número, pero en ideas estamos ganando”.

Juárez Cisneros aseguró que el PRI en tres años recuperará espacios, para lo cual es necesario entender el nuevo México, que hoy muchos priístas no conocen.

Sin importar lo que se tenga que hacer, indicó que las transformación de las decisiones tiene que ser de tal magnitud, del tamaño del rechazo que tuvieron en las pasadas elecciones, sino se entiende así, el PRI se irá para abajo.

Aunque advirtió que como Grupo Parlamentario no habrá “ni cerrazón ni sumisión”, estarán a la espera de las propuestas que el nuevo gobierno lopezobradorista  plantee para realizar modificaciones legislativas y será el momento para que fijen su posición.

El PRI apoyará todo lo que mejore las condiciones de desarrollo de la mujer y del hombre y reduzca la brecha entre norte y sur en términos de desarrollo; además de que falta una reforma del campo.

El líder de los priístas en la Cámara Baja, manifestó su preocupación por temas como la descentralización de las instituciones federales, porque no se ha consultado a los trabajadores; la creación de superdelegados en los estados y la falta de presupuesto para impulsar proyectos, como la construcción de refinerías.

(Con información de Milenio)