El que no quiera vivir sino entre justos,

viva en el desierto.

Hace 52 años, el dueño de un medio de comunicación fue recibido en Los Pinos por el presidente. Durante la conversación se abordó el tema de cómo marchaba su medio y el presidente, que era viejo amigo suyo, le dijo: “Te voy a dar con consejo. Nunca hagas nada que lleve al presidente de la república a enojarse contigo, ni siquiera este presidente que es tu amigo”.

Ese era el tono en que se llevaban las relaciones de los medios con los presidentes de la república. Lo sabía muy bien hace 65 años don José Pagés Llergo cuando fundó la revista Siempre!, pues tenía experiencia lidiando con los hombres del poder, en un régimen que concentraba el poder sexenal en una persona, aquella que la Constitución designa como jefe del Ejecutivo federal.

Este año que se celebra el aniversario de la Siempre!, quizá deban aprovecharse las experiencias del fundador para lidiar con el viejo presidencialismo, que pocos quieren aceptar que fue lo que votaron el pasado uno de julio 30 millones de mexicanas y mexicanos, algo más simple que tantos y complejos análisis de los especialistas de política que intentan racionalizar un acto emocional, como el votar.

Un acto emocional que decidió echar a la basura todos los conceptos con que nos habían bombardeado, antes y después de la transición, eso del equilibrio de poderes, rendición de cuentas, división de poderes, etcétera.

Esa restitución del viejo presidencialismo seguramente encontrará la versión 2018 para influir sobre los medios, quizá de maneras más imaginativas que los empleados por los presidentes del siglo pasado.

Cada medio lo enfrentará, ¿cómo dicen?, a su leal saber y entender. La revista Siempre!, sin embargo, tiene una ventaja, la experiencia acumulada durante 65 años para resistir las embestidas del poder. Basta con que, otra vez, en sus páginas, sus colaboradores, como muchos de los fundadores, debatan los temas del momento en las páginas de la revistas, con la inteligencia de aquellos y con la pluralidad como divisa.

Esa, como lo ha probado la sobrevivencia de Siempre!, lleva a la excelencia periodística, pero también al respeto de los hombres del poder, ante quienes son los medios los que tienen que estar dispuestos a ejercer la libertad de expresión, la cual, a la larga, conviene hasta a los más duros, como ha quedado demostrado a lo largo de 65 años.

jfonseca@cafepolitico.com