Por Jorge Alonso Espíritu

 

[su_dropcap style=”flat” size=”5″]S[/su_dropcap]e atribuye a H.P. Lovecraft haber dicho que la emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo. No es casualidad que la expresión artística, estética y comercial de esta emoción sea un lugar visitado con frecuencia, sobre todo dentro del cine. El horror como género cinematográfico se halla desde los orígenes del séptimo arte, a menudo despreciado por los sectores “cultos”, pero reivindicado por el gran público, ese que llena las salas.

En México, el terror ha sido relegado en buena medida de la historia cinematográfica nacional, sin que por ello existan grandes aportes y acercamientos al miedo, como en el caso del disparatado cine de luchadores, las cintas más delirantes de Luis Buñuel, las narrativas casi experimentales de Juan López Moctezuma en los años 70, la imaginación desbordada de Guillermo del Toro o la generación encabezada por Jorge Michel Grau e Isaac Ezban, que crearon el desigual manifiesto de México Bárbaro.

Para los amantes del terror nació en 2002 el festival Macabro, que esta semana llega a su edición número 17, con un cartel que festeja el miedo en sus diferentes presentaciones, desde la reflexión moral del monstruo creado por el ser humano, hasta el sinsentido de un cine que se acerca al humor desde lo sobrenatural y la sangre, reuniendo a Ingmar Bergman con creadores experimentales de cortometrajes.

En esta ocasión, Macabro festeja los doscientos años de Frankenstein o el Moderno Prometeo, la obra nunca vieja de Mary Shelley cuyos alcances se han dado no sólo en la literatura y el cine, sino en toda la cultura popular y sobre todo en el terreno de lo filosófico y lo científico. Para ello se proyectará una curaduría de cintas sobresalientes que  no excluyen las clásicas, ni las más disparatadas. Esta siempre importante valoración del mito es uno de los eventos más destacados de nuestros año cinematográfico.

Otra de las funciones especiales de esta edición será el festejo por los 40 años de Alucarda: La hija de las tinieblas, dirigida por Juan López Moctezuma y protagonizada por Tina Romero, quien estará presente en la proyección de la cinta. Se trata de uno de los casos más extraños de recepción de un filme mexicano, pues si en su estreno fue poco apreciada, con el tiempo se ha vuelto una cinta de culto comparada en diferentes ocasiones con El exorcista o Carrie, aunque con un presupuesto notoriamente menor. La Gala de Alucarda será el 23 de agosto, nada menos que en la Biblioteca de México, donde se exhibirá la cinta y se presentará la edición de un libro conmemorativo.

Además, entre los invitados de este año, destaca la presencia de Mick Garris, quien además de impartir una master class, presentará dos clásicos de su filmografía, Sleepwalkers y Critters 2.

Completan el programa especial de este año las proyecciones de La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero; La hora del lobo, de Ingmar Bergman, Spirits of the Death, de Federico Fellini; Barbarella, de Roger Vadim; Kuroneko, de Kaneto Shindô, y La mujer murciélago, de René Cardona.

Permanencia voluntaria: Historias de ultratumba

Llega a cines Historias de ultratumba, la ópera prima de Jeremy Dyson, Andy Nyman que narra el viaje hacia el terror de Phillip Goodman, un escéptico profesor que recibe la encomienda de investigar tres casos de fantasmas, tratando de entenderlos desde la lógica, si eso es posible.