La maestra Elba Esther Gordillo reapareció el día de hoy ante docentes y medios de comunicación, a casi cinco años y medio de su detención y un par de semanas después de que un juez ordenara su liberación por la falta de pruebas.

La reunión se llevó a cabo en el Salón Castillo del Hotel Presidente Intercontinental, que se ubica en Polanco, CDMX, donde fue arropada por movimientos magisteriales como Maestros por México, quienes la vitorearon y pidieron que fuera reinstalada como lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Sin embargo, en las afueras del hotel, también hubo manifestaciones en contra de ella.

Durante su discurso, Gordillo cargó implícitamente contra el gobierno de Enrique Peña Nieto y calificó de persecución contra ella y los maestros de México su encarcelamiento y los procesos judiciales a los que debió enfrentarse, sin embargo aseguró que al recuperar su libertad “la Reforma Educativa se ha derrumbado”.

Criticó que durante el sexenio que termina se haya responsabilizado a los docentes de la compleja situación educativa del país, cuando la mayoría de los maestros hacen todo lo que pueden con los escasos recursos y herramientas que reciben de parte de un gobierno que “prefirió gastar en propaganda que invertir en un programa efectivo” para mejorar la calidad de la educación.

Sobre su detención, se calificó a sí misma de “un chivo expiatorio al que se le culpó de todo”. Y aseguró haber sido traicionada por quienes debieron defenderla a ella y a los profesores. Ofreció una disculpa a los docentes, lamentando que hayan sido sometidos a una persecución político y mediática. “El tiempo nos dio la razón, nuestra integridad es nuestra fortaleza”.

Sobre su futuro, afirmó que ejercerá su libertad consciente de que su lealtad y su lugar siempre estará a lado de los maestros, por lo que luchará por la dignidad del magisterio y de la educación pública, laica y gratuita. Indicó, sin embargo que el SNTE se ha entregado a la autodestrucción y aseguró que es necesario que el sindicato recupere su fortaleza.

Por lo pronto, pidió a los maestros “que en este inicio de clases pongan lo mejor de sí mismos, entregándose a los niños y niñas con la tranquilidad de que sus derechos serán defendidas”.