Desde el inicio de su mandato, Donald Trump se ha quejado de los medios de comunicación como creadores de noticias falsas que sólo se han empecinado en desprestigiarlo. Ha calificado a los periodistas como “los seres humanos más deshonestos de la tierra”. Este lunes, decidió iniciar una campaña directa contra los informadores, a quienes ya convirtió en el principal enemigo de su administración.

En un mitin en Pensilvania, Trump aseguró que los periodistas sólo son fuente de “noticias falsas, falsas y asquerosas. Lo dijo señalando directamente al panel de comunicólogos que cubría el evento, donde muchos de sus correligionarios los abuchearon, especialmente a la cadena CNN.

Esta vez las cosas han tomado un giro inesperado, pues Trump ha considerado adoptar represalias legales contra firmas mediáticas. Esto, de cara a las elecciones medias de noviembre próximo, donde espera lograr un mayor apoyo en el Congreso para su gobierno. Es tanto el repudio a las cadenas informativas que el pasado 28 de julio, el magnate inmobiliario creó su propio espacio noticioso en redes sociales donde, según él, se difundirán “noticias reales”, ya que considera que los medios tradicionales no le han dado el crédito que esperaba.

Para expertos como Ann Cooper, catedrática de la Universidad de Columbia, la actitud de un gobernante hacia la prensa normalmente no tiene que ser una luna de miel, pero sí tiene que considerarlos como prioritarios, sobre todo en un país que destaca el respeto a la libertad de prensa.

“La prensa comete errores pero tiene un papel crucial en una democracia”, comentó, al tiempo que se manifestó “muy preocupada” por las consecuencias de la escalada actual lanzada por Trump, quien ya ha comenzado a vetar a los medios a los que considera que no realizan una cobertura adecuada, por supuesto, CNN encabeza la lista por haber hecho “preguntas inapropiadas” horas antes al mandatario en una reunión en el Despacho Oval.

Sin embargo, su posición contra los medios parece estar funcionando, sobre todo en la gente que lo eligió. En Florida, un grupo de sus simpatizantes abuchearon e insultaron a Jim Costa, periodista de CNN. Acciones como estas, podrían disparar situaciones difíciles en las que ni siquiera se ha titubeado en afirmar que Trump está jugando con fuego. Al menos así lo piensan, David Kaye y Edison Lanza, responsables del respeto a la libertad de prensa de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, respectivamente.

“Estamos especialmente preocupados de que estos ataques aumenten el riesgo de que los periodistas sean objeto de violencia”, coincidieron. “Estas acciones van en contra de la obligación de respetar la libertad de prensa y la ley internacional de derechos humanos”, puntualizaron.

Sólo para que lo sepan: Los únicos medios que Trump considera como respetables son Fox News y Breitbart News.