A partir de diciembre próximo, como parte del gabinete de la futura titular del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, José Alfonso Suárez del Real y Aguilera se desempeñará como secretario de Cultura, una posición desde la que, gracias a su muy particular visión y entendimiento de la cultura como factor preponderante en la formación integral del individuo, tendrá mucho que aportar en beneficio de nuestra ciudad y sus habitantes.
Y es que, convencido de que este tipo de cargos se deben ejercer más allá de los afanes transexenales, Suárez del Real sugiere que primero se debe entender la tradición que implica el proceso de la política pública en materia de cultura que hay que rescatar y recuperar, como es el caso del trabajo realizado en los Faros, como se le conoce a las Fábricas de Artes y Oficios que hay en Aragón, Tláhuac, el oriente, Indios Verdes y Milpa Alta, espacios de interacción con la comunidad juvenil que han demostrado varios beneficios y cuya figura hay que fortalecer y ampliar.
Asimismo, destaca que también se deben rescatar varios de los grandes festivales, aunque hay algunos que deben recuperar su esencia original, como el caso específico del Festival de las Naciones Amigas, que lamentablemente en sus más recientes ediciones se transformó en un espacio de vendimia, tipo tianguis.
Por otra parte, adelantó que el Zócalo va a recuperar su esencia de corazón sociopolítico cultural del país, porque Andrés Manuel López Obrador va a utilizar las instalaciones de Palacio Nacional para trabajar de manera cotidiana y eso se debe tomar en cuenta, porque las labores tanto de la Jefatura de Gobierno como de la Presidencia de la República e incluso las de la Catedral deben ser respetadas por las manifestaciones que se lleven a cabo en el Zócalo. Por lo tanto, es importante encontrar un justo medio para que la población tenga acceso a los espectáculos masivos que ahí se han montado recientemente y que en ninguna circunstancia deben convertirse en el “todo” de la propuesta cultural que se presenta en ese espacio.
Asimismo, en relación con los artistas llamados callejeros, que también forman parte del universo cultural capitalino, Suárez del Real destacó que se generarán dos vías para atender esa necesidad: 1) Designarles espacios públicos para que amenicen y generen un ambiente agradable a los usuarios (peatones y turistas) y 2) Generar una política social tendiente a la recuperación de la comunidad en los puntos más vulnerables de la sociedad (que son un total de 300 espacios) implementando Centros de Educación Social e Innovación donde la Secretaría de Cultura se vincularía con las comunidades para saber de primera mano qué les interesa a los usuarios y a este proyecto se le designará un presupuesto importante para que se puedan ofrecer becas, talleres.
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