Desde el inicio de su mandato, Donald Trump ha estado bajo la lupa no sólo por la trama rusa, sino por los temores que ha despertado su salud mental. Este lunes, se dio a conocer que su equipo gubernamental ha encubierto información respecto a un presunto “declive mental”, que le imposibilitaría manejar información compleja y necesaria para el buen funcionamiento de su administración.

En entrevista con la cadena televisiva NBC, la ex colaboradora de la Casa Blanca, Omarosa Manigault Newman, el magnate inmobiliario sufre de limitaciones intelectuales, algo que le impide procesar información importante. Lo peor de todo, es que ella misma reveló que “todos se había convertido en cómplices para engañar a esta nación”.

“Continúan engañando a esta nación sobre qué tan disminuido mentalmente se encuentra (Trump), sobre lo difícil que es para él procesar información compleja, sobre cómo él no está involucrado en algunas de las decisiones más importantes que impactan a nuestro país”, aseguró.

Manigault reveló lo anterior en presentación de su libro “Unhinged: An Insider Account of the Trump White House”, donde da testimonio de sus actividades en la Casa Blanca. También difundió este domingo una grabación que da cuenta de su despido en diciembre pasado, el cual fue anunciado por el jefe de gabinete, John Kelly; una acción que la propia Manigault consideró como una presión personal.

“Es importante entender que si hacemos que esto sea una partida amistosa, todos podemos serlo. Ya sabe, puede ver su tiempo aquí en la Casa Blanca como un año de servicio a la nación, y luego puede continuar sin ningún tipo de dificultad en el futuro en relación con su reputación”, dijo Kelly en el audio a Manigault. Ella misma señaló que Kelly le dijo que las “cosas pueden ponerse feas para usted” en caso de que rechazara los términos del despido.

Manigault describe a Trump al mandatario en un comentario de su libro publicado la semana pasada por el diario The Guardian, como “un racista, fanático y misógino, que usa insultos raciales”.

En otro parte publicada en el diario The New York Times ella misma asegura asegura que Trump tiene una cama de bronceado en la Casa Blanca, y que ella lo vio una vez comiéndose un documento para evitar que fuera integrado al archivo presidencial.

La Casa Blanca respondió que el libro está “plagado de mentiras y falsas acusaciones”.