¿Por qué renunció a la secretaría general del PRI? Contesta Rubén Moreira, exgobernador de Coahuila: “Lo hice para dar la oportunidad de que se hiciera la convocatoria completa, la única manera de que se volviera a hacer era que los dos renunciáramos —presidencia y secretaría general—. Renuncié para dar esa oportunidad, si había confianza o no la había, eso está en el fuero interno de las personas pero hoy estamos perdiendo minutos importantísimos para preparar la próxima elección, no tenemos un padrón confiable y no tenemos todas las dirigencias estatutariamente correctas”.

Para el hoy diputado federal de la LXIV Legislatura, quien tomará protesta la próxima semana, es urgente reflexionar sobre el futuro del Revolucionario Institucional, cuyo golpe brutal asestado en las pasadas elecciones se puede convertir en mortal. Hoy, apunta, la reflexión y la discusión es para resolver dos grandes temas: la dirigencia nacional y cómo se van a seleccionar los candidatos para el próximo año.

Reflexiona:

“Tenemos que hacer un alto y reflexionar sobre cómo hacer el gran diagnóstico del partido, cuando no hemos puesto los ojos en cuándo va a ser la Asamblea Nacional. Se pudiera antojar que lo más pronto posible, pero por qué no esperar a tener una nueva dirigencia de cuatro años y hacer un proceso de reflexión profunda. La Asamblea Nacional a lo mejor tiene que durar meses, donde tengamos una parte informativa, el debate y la de toma de decisiones, como sucede en otros países.

Analizar por ejemplo nuestra declaración de principios social demócrata, somos un partido de centro izquierda. Tenemos ciertas características que nos ponen hacia la izquierda del espectro político, hay que analizarlo.

Saldrán muchas dudas. La primera, ¿todos los que militamos en el PRI, pensamos así, o no todos? Porque hemos tenido candidatos cuya propuesta resulta de derecha y a veces más para allá. Cuando se han presentado iniciativas de izquierda, que cualquier partido de izquierda en el mundo las transita, acá hemos tenido voces en el interior que dicen que no, que porque eso afecta en alguna elección.

Recordar que un partido político es para cambiar el rumbo de un país, para darle rumbo y no necesariamente para ganar como sea todas las elecciones, y a veces en el PRI queremos ganar a como dé lugar todas las elecciones, confundiendo el rumbo del Estado con una administración temporal.

¿Por qué no hubo autocrítica después de las elecciones?

No se ha perdido el tiempo, al día siguiente no se puede hacer la autocrítica. Tenemos que dejar que entre el gobierno del presidente electo y ver qué tanto una oferta política que hace —muy ambiciosa— se puede llevar a la realidad. Ver qué tanto pesó la oferta política de decirle a todo el mundo lo que quería escuchar para que ganaran y nosotros perdiéramos, para que ahora lo lleve a la realidad.

Por ejemplo, prometió un tren que ya va en mil 600 kilómetros, veamos si lo va a hacer o no; se comprometió a bajar impuestos, yo esperaría que sí, además mi estado, Coahuila, sería uno de los que bajarían los impuestos. Esa oferta también tiene el electorado que valorar si es posible o no, tiene que pasar un tiempo de reflexión y decir somos un partido de centro izquierda, porque alguien en una campaña no se atreve a manifestarse a favor de las parejas lésbico gay y resulta que algunos de nuestros candidatos dicen que no, que porque van a perder una elección.

El PAN es un partido de derecha y tiene su espectro en la derecha. Morena, está en el centro y se está moviendo a la derecha, la única alternativa de nosotros es movernos hacia la izquierda.

Necesidad de una Asamblea Nacional

¿Qué se requiere para que haya una Asamblea Nacional?

Para empezar una dirigencia de cuatro años que organice el proceso, habrá quien diga que debe ser antes. No me imagino cómo, el año que entra hay elecciones con una dirigencia de un año. Tiene que haber una dirigencia de cuatro años, que se dé a través de elecciones.

¿Cuáles? Las que dicen nuestros estatutos, mediante una consulta abierta a la militancia, o la otra es una elección por delegados que salen de muchos de los consejeros que hay, pero ahí hay dos problemas.

Uno, no tenemos un padrón de militantes cierto y confiable —se habla de que tenemos seis millones y medio—. El otro es que tenemos vencidos muchos órganos de dirección en nuestro partido, y no es un secreto. Hay estados donde está vencida la dirigencia estatal, el consejo político estatal, los consejos políticos municipales, los comités municipales y los seccionales. Y en otros estados está todo bien.

¿Por qué renunció a la secretaría general de su partido?

Porque tenemos una dirección del partido donde nada más hay presidenta.

Algunos señalan que Rubén Moreira no encajaba en los planes del presidente Peña para el PRI…

Espero siempre ser amigo del presidente, compartí con él mucho tiempo del gobierno. Le aprecio muchísimo lo que hizo por mi estado, disminuyó la violencia en 82 por ciento, si él no me hubiera ayudado, hubiera sido imposible. Tuvimos 172 mil empleos en 6 años, veníamos de un sexenio de 10 mil empleos, construimos universidades, carreteras, aeropuertos, pero acá es un tema del partido.

¿Fue impuesta Claudia Ruiz Massieu?

No, ayer la votaron —22 agosto— y para bien o para mal ese es un proceso legal dentro de nuestro partido. Lo que no me parece es que se lance una convocatoria el sábado y la elección sea el martes y se abra la ventana para el registro el lunes y sigamos teniendo una dirigencia que sea incompleta, tenemos secretaria o secretario de partido y vamos ir a otro consejo político. No es un problema personal, yo ya fui presidente del partido en mi estado y casi por 4 años, porque de ahí salí a la candidatura a gobernador. He sido el presidente que más ha durado en el estado.

Por otra parte, la reflexión de qué pasó en los comicios tiene que ir madurando, pero la acción inicial de tomar rumbo rápidamente y tomar conciencia de que fue una gran derrota es inmediata.

¿Dónde empieza esa acción?, tener elecciones lo más democráticamente que se pueda, y se debió haber dejado un espacio de una semana. Al renunciar doy la oportunidad de que se haga la convocatoria completa, recordemos que esa fórmula empezó hombre-mujer, la única manera de que se volviera a hacer era que los dos renunciáramos. Si había confianza o no la había, eso está en el fuero interno de las personas pero hoy estamos perdiendo minutos importantísimos para preparar la elección de cuatro años cuando no tenemos ni un padrón confiable de los seis millones y medio ni todas las dirigencias estatutariamente correctas.

¿Qué va pasar el año que entra, cuando dos o tres grupos decidan competir por la dirigencia. ¿Quiénes? No sé, hay muchos priistas muy buenos en los estados y en la Ciudad de México con mucha experiencia. Qué les van a decir, fíjense que no hay padrón o se van a dar cuenta de que no va a ser parejo o les van a decir ¡fíjate que los van a elegir los delegados consejeros de todo el país y viene la pregunta ¿serán todavía del partido?

Se habla de que se quiere enterrar al PRI.

Primero, el PRI tiene 90 años de experiencia que no se pueden tirar; segundo, es muy pronto para hablar de eso, obviamente uno les desea éxito por el país y confiamos en Andrés Manuel López Obrador. No lo vamos a descalificar por ese lado, yo no pero él hizo una serie de compromisos que tienen que sustentarse en un presupuesto.

Si eso no funciona, ¿qué va a pasar? Tenemos que dejar unos días para que la gente empiece a tomar conciencia y nos pueda comparar, porque si nosotros nos disolvemos antes de que a los otros les vaya mal o bien, porque así es la lucha política: gana un partido porque al otro le va mal y viceversa. No hay oposición que regrese al poder si no ofrece algo mejor que el que está gobernado.

Se habla de una refundación.

Puede ser una refundación, una reestructuración, pero pasa primero porque, digamos, primero ¿qué es el PRI?, porque tenemos contradicciones terribles.

¿El PRI se va a balcanizar?

Espero que no suceda pero sí es una posibilidad, que se da o se magnifica sin la ideología. Si tenemos nuestra ideología y actuamos en consecuencia, conservaremos militancia en todo el país, en algunos lugares más y en otros menos pero eso es lo que nos permitiría ser un partido nacional. El tema está en la ideología, los problemas empiezan cuando a veces lanzamos una propuesta y no todos pensamos igual, otra cuestión es cuando nuestros candidatos dicen cosas distintas a nuestra ideología. Es la gran ruta de reflexión, decidir qué cosa somos, luego le ponemos nombre.

¿En qué va a trabajar Rubén Moreira?

Soy diputado plurinominal, rendiré protesta la semana que entra. Déjeme decirle: después del 1 de diciembre, cuando el gobierno del presidente Peña termine, el PRI pierde la posibilidad de tener una difusión masiva. La única voz que vamos a tener es en las Cámaras, hemos trabajado los diputados con la conducción de René Juárez y esa es la reflexión, tener gran claridad en nuestras posiciones y en nuestra ideología buscando que eso sea lo que se difunda.

¿Habrá noche de cuchillos largos en el PRI después del 1 de diciembre?

Es muy difícil decirlo pero seguramente va a haber una lucha fuerte por la dirigencia de los cuatro años y por organizar la asamblea en nuestro partido. Hay mucha, mucha pasión. Tendremos que aprender que hay asambleas donde aparentemente hay desorden, cuando lo que pasa es que las cosas se están poniendo en orden. Hay que acostumbrarnos a discutir, a confrontar y no acallar las voces. En mi partido hay experiencia de tierra y experiencia intelectual, tenemos grandes personajes: escuchémoslos. Recordar que el objetivo de un partido es cambiar y definir el rumbo de un país, no necesariamente ganar todas las elecciones.