Vicente Ramos González

La presencia de sargazo en las costas de Quintana Roo ha puesto en crisis al sector turismo de esa entidad de la república mexicana, que se distingue por sus paradisiacas playas de un azul inigualable. La llegada de esta alga produjo afectación a los ecosistemas y una sensible baja en la afluencia de visitantes nacionales e internacionales a sus playas, con la consabida disminución de clientela en restaurantes, hoteles, discotecas y otros centros de esparcimiento, principalmente en Cancún.

El sargazo se convirtió en el enemigo a vencer y en una plaga indeseable. Y no fue para menos esta reacción de la población de este estado del sur. Sin embargo, como todo en esta vida, este fenómeno natural tiene sus pros y sus contras. Ya vimos estas últimas con los estragos que ha causado el sargazo. Pero también tiene muchos lados positivos, pues según especialistas estas algas pueden convertirse en parte de la economía regional. Veamos:

Los estudiosos en materia de ecología marina señalan que el sargassum natans y el fluitans, que son las dos especies que han arribado masivamente a las playas del Caribe mexicano, no son tan malas y si se están multiplicando tanto es por la contaminación del agua. El sargazo se podría utilizar, según estudios recientes, para la industria cosmética, pues sirve como materia prima para la elaboración de artículos de cuidado personal; también puede ser aprovechado como fertilizante de plantas, en tanto que es un activador del crecimiento de plantas, estimulante de la germinación, corrector de la acidez y carencia de minerales; también funciona como alimento para animales, principalmente de cerdos y crustáceos como los camarones. Incluso, con esta alga se pueden elaborar botanas, pues es muy rica en fibra. Asimismo, del sargazo, transformado de su estado sólido al gaseoso, se puede obtener gas metano, carbón vegetal y energía eléctrica.

Por todas estas propiedades, la doctora Iris Nava Jiménez, coordinadora de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Quintana Roo, opina que el sargazo puede aportar a las comunidades costeras una opción de ingresos importante, por lo que sería conveniente promover el crecimiento económico del Estado a través de la apertura de una pequeña industria en la región, cuya materia prima fuera el sargazo.

La doctora Nava Jiménez indica que en lugar de deshacerse del sargazo, “habría que promover su aprovechamiento como materia prima, contribuyendo así al desarrollo sustentable en la región, como producto orgánico en favor del cuidado del medio ambiente”.

Ahora bien, en consonancia con este intento de aprovechar las propiedades del sargazo, y no solamente satanizarlo como una plaga indeseable, la Universidad Tecnológica de Cancún (UTC), junto con una empresa de Dinamarca y científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), actualmente trabajan un proyecto para la instalación de una planta de sublimación que transforme el sargazo de su estado sólido al gaseoso para generar gas metano, carbón vegetal o electricidad, sin generar desperdicios.

Para este objetivo, se coordinarán con el gobierno del estado para saber cómo se dará la recolección del alga, “porque no se puede recolectar cuando ya haya llegado a la orilla de las playas y esté esparcido en la arena, sino que debe sacarse directamente del mar para luego ser tratado”, comentó el secretario de Vinculación y presidente de Gestión Ambiental de la Universidad Tecnológica de Cancún, Juan Carlos González Macías.

Como vemos, amables lectores, las propuestas para industrializar el sargazo son varias. Particulares, organizaciones civiles, académicos, científicos y países como Japón y China han documentado sus propiedades potenciales para diversas aplicaciones, pero como todo lo que implica respaldo económico, hacen falta inversionistas que arriesguen capital para industrializar esta alga.

Sobre este aspecto, el secretario de Ecología de Quintana Roo, Alfredo Arellano Guillermo, indica que uno de los obstáculos para encontrar inversión es que “aún se desconoce la temporalidad de la arribazón del sargazo y si las cantidades en que lo hace dan para invertir en una industria que le dé uso, lo cual mantiene en la incertidumbre a la iniciativa privada”.

Por lo pronto, el sargazo, de ser el enemigo a vencer puede convertirse en un aliado e impulsor de la actividad económica en el Caribe mexicano.