Aretha Franklin, la Reina del Soul, falleció a los 76 años en Detroit, enferma de cáncer de páncreas. El domingo pasado se informó a la prensa que la cantante estaba muy grave en un hospital de la ciudad. Se encontraba en un estado crítico, rodeada de familiares y amigos. Algunos de ellos la vieron en sus últimos días: el reverendo Jesse Jackson y el músico Stevie Wonder la visitaron el martes, otros le dedicaron palabras a la distancia: Rod Stewart, Mariah Carey, Chaka Khan, Lin-Manuel Miranda, Tyler Perry, Missy Elliott y Wayne Brady… Hoy, despedida con el amor de sus seres queridos, se apagó una de las voces más potentes y emblemáticas de los últimos tiempos.

Aretha Louise Franklin nació el 25 de marzo de 1942, en Tennessee. Fue hija del reverendo Clarence LeVaughn Franklin y la cantante de gospel Barbara Franklin. En el seno de la iglesia comenzó a cantar. Su madre abandonó la familia, pero el canto no la dejó. Con sus hermanas Carolyn Franklin y Erma Franklin cantaba en la Iglesia Bautista de Detroit. Años después introduciría, para sorpresa de muchos, los recursos de la música gospel al canto secular.

Su vida fue precoz y llena de descalabros. A los 12 años tuvo a su primero hijo, a los 15 el segundo con otro hombre. Siendo una adolescente contrajo matrimonio, mismo que terminó por la violencia. Se volvió a casar y a divorciarse. A decir de su productor, Jerry Wexler, sus depresiones podían llegar a ser “tan profundas como el mar oscuro”.

Con tan solo 14 años hizo su primera grabación para el sello JVB/Battle Records The gospel soul of Aretha Franklin, en el que se podían oír composiciones góspel con un potente sonido soul, lleno de melodías del piano que había aprendido a tocar en casa.

Bajo la dirección de John Hammond ingresó a Columbia Records, quien la integró en su catálogo de Jazz. Decidida a entregarse al soul, decidió retirarse de la prestigiada productora y fichar por Atlantic Records, con , Jerry Wexler, una de las personas más cercanas a ella desde entonces.

Desde su nueva posición grabó I never loved a man the way I love you, una de las grandes canciones del soul en la historia, pero se consagró después, al llegar a las emisoras Respect, tal vez el principal éxito de su carrera y su primer número 1 en el Billboard Hot 100. La canción fue escrita por el cantante y compositor Otis Redding, quien murió el año de su lanzamiento en 1967. Pero Franklin transformó la canción en un himno para negros y mujeres al reescribir algunas de las letras y agregar líneas que explicaban el título: “RESPETO, descubre lo que significa para mí”.

Si esa fue su primera incursión en la prestigiada lista, no sería la única: acumuló más de 110 entradas en las listas de la revista Billboard, más que ninguna otra mujer en la historia de la revista. A finales de los 60, ya se había convertido en uno de los iconos de la comunidad afroamericana, con canciones que transpiraban reivindicación femenina y racial.

Fue la época en que la lucha contra la segregación racial vivía sus momentos decisivos. Los años de Martin Luther King, quien fue asesinado en abril del convulso 68. Aretha cantó en su funeral; fue el momento más importante de su carrera, a decir de ella misma.

Ganó 18 premios Grammy y vendió 10 millones de discos. Tenía miedo a volar, por lo que no solía viajar fuera de Estados Unidos. Aún así Franklin cantó para la Reina de Inglaterra en el George Albert Hall y colaboró con George MichaelCissy HoustonRay CharlesThe Four TopsChristina AguileraMick JaggerAnnie LenoxBrian Adams o Luther R. Vandross, por nombrar algunos.

En 2016 cantó una interpretación de cuatro minutos y medio del himno nacional de EE.UU. antes de un partido de fútbol de los Detroit Lions. Fue su último momento de gloria para la prensa. Pero no el más grande: Cantó también en las tomas de poder de Jimmy Carter y Bill Clinton, y de manera especialmente simbólica en la de Barack Obama. Un momento que pasará a la historia y que para muchos coronó la lucha del pastor Luther King Jr.

Descanse en paz Aretha Franklin. El mundo de la música la recordará por siempre.