La Iglesia Católica no ve la suya. Aquel principio de servir a los feligreses parece que quedó perdido en las marañas de la infidelidad sacerdotal. Los abusos sexuales han salido al por mayor y cada vez con mayor sentido de depredación. Desde la iglesia estadounidense con el cardenal Theodore Edgar McCarrick, cuyas acusaciones propiciaron su renuncia ante el Papa Francisco, hasta la cúpula clerical chilena cuyos crímenes sexuales eran amparados bajo una cofradía llamada “La Familia”. Esta vez, la Iglesia alemana está en la mira y no parece que pueda salir fácilmente de las acusaciones de abusos sexuales.

Según un documento encargado por la Conferencia Episcopal de ese país, que fue filtrado a la prensa, asegura que estos delitos eran abiertamente conocidos y se venían practicando desde hace más de 70 años. Se señalan en especial 3,677 casos de abusos sexuales perpetrados por miembros clericales a menores, muchos de ellos varones con apenas 13 años.

La Conferencia Episcopal alemana no vio otra salida y reconoció las acusaciones que se le imputaron.

“Somos conscientes de la magnitud del abuso sexual, lo que queda demostrado por los resultados del estudio. Es opresivo y vergonzoso para nosotros. Hace cuatro años encargamos el estudio y nosotros, los obispos en particular, nos enfrentamos a los resultados”, dijo en un comunicado. “El objetivo del estudio, en el que participaron las 27 diócesis de Alemania, es obtener más claridad y transparencia sobre este lado oscuro de nuestra Iglesia, no solo por el bien de los afectados, sino también para ver por nosotros mismos las faltas y hacer todo lo posible para que no se repitan”, agregó.

Las revistas germanas Die Zeit y Der Spiegel revelaron que 1,670 religiosos incurrieron en abusos sexuales que incluso llegaron a cometer violación. Se habla de que hasta un 25% de los casos se perpetraron en el seno de la iglesia o a través de una relación pastoral con el menor,y esto, podría ser sólo para punta del iceberg, pues hay víctimas que no han querido hacer la denuncia.

Siete investigadores entre criminólogos, gerontólogos y sicólogos fueron los encargados de recoger los testimonios; una labor que les llevó al menos cuatro años y medio, realizando cientos de entrevistas y revisando miles de documentos. Los resultados del informe se darán a conocer el próximo 25 de septiembre.