Brasil está en el monitor internacional. Las elecciones del 7 de octubre serán las más polémicas en la historia del gigante sudamericano. Específicamente, hay dos casos que tensan el proceso electoral, uno ha sido la candidatura del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien se encuentra cumpliendo una sentencia de doce años por corrupción, y el ataque contra Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal, dado de alta tras pasar una semana en recuperación en el hospital debido a un apuñalamiento en el estómago.

En el caso de Lula da Silva, su popularidad ha sido un pieza clave para exigir su participación en unas elecciones que se reafirman en su favor.

Hace una semana, autoridades brasileñas advirtieron que suspenderían la propaganda del Partido de los Trabajadores (PT) si éste insistía en presionar por su candidatura. Finalmente, Lula desistió de ésta, dejando a su caballo negro Fernando Haddad como favorito a los comicios.

En lo que respecta a Bolsonaro, analistas internacionales señalan que el ataque sufrido en un acto de campaña, tuvo un impacto mediático enorme al grado que lo hizo repuntar en las preferencias.

Bolsonaro es un excapitán del ejército brasileño. Es identificado por su posición abiertamente racista, homofóbico y de tendencias populistas de derecha. Es alguien que, por ejemplo, condena la migración y es marcadamente nacionalista. Para expertos como la periodista Denize Bacoccina, las elecciones están marcadas entre un posible regresar a un ambiente parecido al del Brasil de los setentas, donde las dictaduras militares hacían y deshacían. Por otra parte, Gilberto de Castro López, periodista brasileño radicado en Costa Rica, afirma que estos comicios son los más reñidos en la historia, sobre todo, porque se han enfocado en impedir que un candidato como Lula da Silva pueda contender por la presidencia. Ambos reflejan que la moneda se encuentra en el aire. Estos son los comentarios que concedieron a Siempre! vía correo electrónico.

Denize Bacoccina

Lula no puede ser candidato; está preso: Denize Baccocina

“Estamos viviendo un momento que inspira mucho cuidado —dice Denize Baccocina, periodista brasileña—, pues el candidato de extrema derecha (Jair Bolsonaro), que elogia la dictadura que tuvimos en Brasil entre 1964 y 1985 está liderando las encuestas de intención de voto. Por eso, es casi seguro que estará en la segunda vuelta. La buena noticia es que las encuestas también muestran que perdería en la segunda vuelta, junto con los demás candidatos. Él defiende el combate a la violencia con más violencia, aboga porque las personas tengan un mayor acceso a las armas. La semana pasada sufrió un atentado durante un evento de campaña, que lo obligó a internarse a un hospital para buscar su recuperación. Fue un evento muy grave, y considerado por todos los analistas como un golpe a la democracia”.

Cambio de estafeta en el PT

El ejército advirtió recientemente que la candidatura de Lula da Silva es peligrosa para el país, ¿cuál es su opinión al respecto?

Lula da Silva no puede ser candidato porque está preso y todos los intentos que él hizo en la justicia de concurrir no tuvieron éxito. Tenemos una ley en Brasil que ciudadanos condenados por crímenes en segunda instancia no pueden aspirar a cargos electivos. Esta ley entró en vigor en la última elección y fue muy conmemorada porque sirvió para condenar a varios políticos, muchos de ellos acusados por mal uso del dinero público; dejándolos fuera de la política. Lo que mucha gente cuestiona es que de hecho había pruebas contra Lula. Y basándose en lo que considera injusticia de la condena de Lula el PT entró con varios procesos tratando de mantener a Lula como candidato. Pero finalmente el PT hizo el cambio del candidato y ahora el aspirante del PT a la presidencia es el ex alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad

Se dice que el ataque contra Jair busca afectar la ventaja de Lula, ¿qué opina?

Inicialmente había esa percepción de que el atentado contra Bolsonaro podría suavizar su imagen, hacer que personas lo vieran como víctima y hacer con los adversarios no lo critiquen tanto como estaba sucediendo. Pero dos investigaciones divulgadas esta semana demuestran que de hecho subió un poco en la intención de voto. Sin embargo, también subió en su porcentaje de rechazo, o sea que un mayor número de personas encuestadas señalan que no votarían por él de ninguna manera, especialmente las mujeres, ya que es considerado machista y sexista. Sobre Lula, la duda ahora es si consigue transferir los votos que iban a él para Fernando Haddad, el nuevo candidato del PT. Lula era el líder en las encuestas, pero Haddad hasta el momento está en quinto lugar.

La disputa es encarnizada: Gilberto de Castro López

¿Cuál es el panorama de las elecciones, según su enfoque?

Las elecciones se celebran, en primer vuelta, el domingo 7 de octubre. Si ningún candidato a la presidencia obtiene más de 50% de los votos, entonces se abre una segunda ronda electoral, pero sólo entre los dos primeros. Esto será tres semanas después, es decir, el 28 del mismo mes. En esta ocasión, también se renuevan también dos tercios de los 81 miembros del Senado y los 513 diputados; además de elecciones de gobernadores, alcaldes y diputados en cada estado de la federación.

Los magistrados han tratado de impedir que Lula da Silva, pueda contender en los comicios. ¿Cómo consideras estas acciones?

En Brasil hemos visto una disputa encarnizada, librada hasta el martes 11 septiembre, entre un candidato encarcelado y condenado a 12 años de prisión, Lula, y los más altos tribunales del país.

Hay dos aspectos en discusión respecto al caso de Lula da Silva. Uno es el de los procedimientos jurídicos y los plazos para los juzgamientos y las apelaciones. En su caso, todos han sido anticipados para resolverse antes de las elecciones de octubre próximo.

El Tribunal Superior Electoral adoptó, en la madrugada del sábado 25 de agosto, una decisión que terminó por cerrar las puertas a la candidatura de Lula, obligándolo a renunciar. El PT decidió entonces que su candidato a la vicepresidencia, su ex ministro de Educación, Francisco Haddad, lo reemplazaría en la candidatura presidencial y que la diputada Manuela D’Avila sería la candidata a la vicepresidencia.

Huelga decir que la decisión del Tribunal Superior Electoral (TSE), como todas en este caso, fue tomada violando los plazos y los procedimientos habituales. Urgía una decisión, pues el sábado mismo empezaba el periodo de propaganda gratuita que el Estado pone a disposición de los partidos y de la que el PT sólo dispone de menos minutos que el candidato del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), Geraldo Alckmin. Sin una resolución que lo impidiera, Lula podría aparecer en la propaganda de su partido y reforzar una ventaja que las más diversas y reconocidas encuestas le dan frente a todos sus rivales. Tan sólo él, cuenta con el 40% de las preferencias y aventaja la suma de los cuatros candidatos que lo siguen. Resta ver ahora, con la definición de las candidaturas del Partido de los Trabajadores (PT), si la amplia ventaja con que Lula aparecía en todas las encuestas se transfiere a Haddad y a D’Avila.

Según analistas internacionales, el ataque sufrido por Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal, lo colocará al frente de las preferencias, incluso superando a Lula o a su posible sucesor, Haddad, ¿qué opinión tienes al respecto?

 

Bolsonaro en la mira

Las encuestas han confirmado esto. La última disponible, del reconocido instituto Ibope, divulgada el 11 de septiembre, muestra un incremento de cuatro puntos para Bolsonaro, que pasa de 22% a 26%. Ante una segura segunda vuelta, es muy importante la medición del rechazo de los candidatos. Es decir, respecto de aquellos que afirman no votar en ninguna circunstancia por alguno de ellos. El rechazo de Bolsonaro se redujo de 44% a 41%. Otros cuatro candidatos aparecen en empate técnico: Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDL), de centroizquierda; Marina Silva, candidato de la Red de Sustentabilidad; Geraldo Alckmin, del derechista Partido de la Socialdemocracia Brasileña; y Haddad tienen entre 12% y 9%. Habrá que esperar las nuevas encuestas de esta semana, sobre todo las que se hagan después de confirmadas las candidaturas de Haddad y D’Avila, en lugar de Lula.

Gilberto de castro Lopes

¿Qué consecuencias tendrá que Lula da Silva sea bloqueado en su postulación?

La consecuencia es ésta: que el PT se ha visto obligado a sustituir un candidato que aparecía con amplia preferencia entre el electorado. Una preferencia que no cesó de crecer desde que fue encarcelado luego de un juicio cuya naturaleza política ha ido quedando cada vez más en evidencia y con el objetivo de evitar que pudiera volver a gobernar el país.

Eso ha creado una situación inédita en la vida política brasileña. Hay una gran expectativa en torno a la posibilidad de que los votos de Lula se transfieran a Haddad y D’Avila. En realidad, hace falta que sólo una parte de esos votos se transfieran para que puedan pasar a la segunda ronda, seguramente con Bolsonaro, lo que provocaría, sin duda, una polarización de las opciones políticas.

Bolsonaro y su candidato a vicepresidente, el general Hamilton Mourão, son dos nostálgicos del gobierno militar y del gobierno de mano dura, que Mourão reivindicó esta semana recordando que “si quieren usar la violencia, los profesionales de la violencia somos nosotros”, los militares. Mourão atribuye el atentado contra Bolsonaro, sin fundamento alguno, al PT y naturalmente su amenaza va dirigida contra el partido, sugiriendo, además, que sería el ejército el encargado de aplicar esa violencia.