Para conmemorar el centenario luctuoso de Saturnino Herrán (1887-1918), catalogado como uno de los nueve artistas patrimoniales de México, el Museo Nacional de Arte (Munal), presenta la exposición Saturnino Herrán y otros modernistas, con la idea de reflexionar sobre la figura del artista, y utlizarla como una herramienta nodal para revelar un panorama del arte en México desde finales del siglo XIX hasta principios del XX, entre el ocaso del Porfiriato y la Revolución mexicana.

“Herrán nunca tuvo una exposición individual en vida. Fue calificado incluso como un artista infortunado por haber gozado de gran talento y morir tan joven. Pero esa percepción, ya ponderado su legado, ha quedado atrás”, señaló en entrevista para Reforma, Víctor Rodríguez, curador de la muestra, que estará vigente a partir de este sabado 29 de septiembre al 24 de febrero del 2019.

Agregó que el artista plástico oriundo de Aguscalientes es reconocido por la creación de una estética propia que reflejó el sentimiento del “alma nacional” de aquella época. Además de que se formó en la Antigua Academia de San Carlos y se valió de modelos indígenas, mestizos y criollos: “contó con la tutela de grandes artistas como Antonio Fabrés, Leandro Izaguirre, Germán Gedovius y Julio Ruelas; fue condiscípulo generacional de Diego Rivera, Roberto Montenegro, Alberto Garduño, Gerardo Murillo Dr. Atl y Ángel Zárraga, entre otros”.

Como un artista experimental por necesidad, consideró Rodríguez al creador que fusionaba diferentes materiales, como las acuarelas, carbón y lápices de colores, para después, con esa destreza en su técnica, reflejar escenas adelantadas a su tiempo.

“Hace un ensamble de la belleza del desnudo femenino y masculino, formando cuerpos andróginos. Él va a crear todo un movimiento figurativo a través de cuerpos místicos en donde, en algunas piezas, los indígenas ya no están anclados en el dolor, sino que tienen una estética perfecta, gestos adustos, totémicos”.

Saturnino Herrán y otros modernistas, explicó el curador, busca acercar la obra del artista al público desde otras miradas, vincularlo con los personajes centrales que lo antecedieron y subrayar su influencia en las nuevas generaciones de artistas plásticos posrevolucionarios.

“En el Munal tendremos una revisión mucho más puntual del trabajo de Saturnino Herrán y la relación con sus contemporáneos a partir de dos salas monotemáticas y de una exposición de corte más documental y fotográfica. Tendremos los grandes óleos y bocetos para las obras que realizó”.

Determinó que lo importante de la muestra es aportar elementos que ayuden a leer la obra de este creador: “Saturnino Herrán está vivo y la vigencia de su obra se puede ver cuando salimos a las calles de México o de cualquier otra entidad, es un artista universal, un artista que aporta elementos para podernos ver a nosotros mismos con la dificultad que implica esto. Era un hombre muy irónico, que tenía un gran sentido del humor”.