“Tienes que encerrarte con tu mano, tus ojos y tu cabeza para hacer pintura, cosa que ya nadie tiene tiempo de hacer. Estamos en una época en que se limita el tiempo de introspección, de concentración y meditación personal”, expresó el artista Daniel Lezama durante una conferencia de prensa que ofreció para dar detalles de su exposición Crisol, que se presenta en la galería MAIA Contemporary de la CDMX.

A manera de festejo, el miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca, experimenta una transformación en su propuesta plástica que coincide con la celebración de dos décadas de trayectoria artística y 50 años de vida.

“Significa generacionalmente, por la educación que me dieron mis padres, la visión que tuvieron del cambio. Es una coincidencia extraña que el año en que nací y este en que cumplo 50, sean dos años tan trascendentales para México”, agregó para el diario El Universal, el también autor del libro La suave matria.  

Aseveró que México tiene la oportunidad de salir de la infancia en la que está sumido desde hace 200 años: “es un país que se quedó enano, niño, y tiene, un día, que despertar y hacerse responsable de sus actos, decisiones y emociones”, apuntó.

Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador como presidente electo, señaló Lezama, muchos mexicanos viven una injerencia de esperanza, sin embargo, afirmó, esa transformación de la que tanto se habla y se piensa cambiará al país, viene de un movimiento basado con el pasado, “es más, usa el pasado como figura, por lo que es una propuesta no propositiva”.

Con respeto a la muestra que estará vigente hasta el 4 de noviembre, Lezama explicó que está integrada por alrededor de 25 piezas entre una nueva serie de pintura figurativa de formato monumental, obra gráfica, y su primera producción de escultura en bronce.

Consideró que las obras que conforman la exposición son resultado de un proceso gradual en los últimos cinco años, en los que se ha sentido menos constreñido por las leyes de la pintura clásica.

De acuerdo con Daniel Lezama, desde 2012 no presentaba un conjunto de obra con una propuesta nueva. Sobre el título de la exposición, que también es el del cuadro principal, aseguró que es una metáfora de una matriz de la cual surgen cosas, se funden y surgen nuevos elementos.

En Crisol, Lezama busca domesticar procesos y energías vitales a través de la representación de un elenco de personajes compuesto por la iconografía de una familia de seres energéticos, que se sueñan y generan mutuamente.  Es así como se observan elementos de ficción que conviven con distintas realidades en medio de una promiscuidad de los reinos animal, vegetal y mineral.

Sobre el panorama de la pintura en el arte contemporáneo, Daniel Lezama dijo que cada vez más jóvenes están entendiendo que hay que separarse de la “mediosfera” para desarrollar dicha técnica.

“Es importante reconectarte con la realidad de las nuevas generaciones porque llevaba años metido en el estudio”.