El país se encuentra en bancarrota y por eso es posible que no se pueda cumplir con lo que México necesita, aseguró el presidente electo Andrés Manuel López Obrador al comenzar su gira de agradecimiento por las entidades en la plaza de Nayarit, aunque aseguró que pese a ello, sí se cumplirá lo prometido durante el proceso electoral.

“Vamos a honrar nuestros compromisos y no le vamos a fallar al pueblo de México, posiblemente por las circunstancias, porque el país está atravesando en una situación económica y social muy difícil, posiblemente por la situación de bancarrota en que se encuentra el país no podamos cumplir todo lo que se está demandando, pero si vamos a cumplir, que quede claro, todo, todo lo que ofrecimos en campaña”, expresó.

En un mitin en el que asistieron alrededor de cinco mil personas, afirmó que sus compromisos serán el mínimo para ejercer los recursos públicos; entre estos se encuentran las becas a jóvenes de preparatoria y universidad, así como pensiones a adultos mayores de 68 años, y continuar con los programas sociales.

“Ese va a ser el piso y de ahí para arriba, hasta donde nos alcance el presupuesto que es dinero de todo el pueblo y se va a manejar con honradez”, indicó.


En entrevista posterior con el diario Milenio, López Obrador condenó a los gobiernos que le precedieron, pues provocaron crisis de seguridad y económicas.

“El país lleva 30 años en bancarrota desde que se está aplicando la política neoliberal, lo que pasa es que la justicia ha pasado de noche. Estamos produciendo petróleo como hace 40 años, ahora hay muchos más pobres que antes, en inseguridad está peor, 80 homicidios diarios”.

Como consecuencia, aseguró, no ha habido crecimiento, empleo, paz, tranquilidad ni bienestar, por lo que entre sus primeras promesas cumplidas estará reducir los salarios a funcionarios públicos y cancelar los privilegios de la alta burocracia.

“El pueblo quiere un cambio verdadero, la gente votó por eso, nada más que hay algunos que todavía no lo saben y ya les voy a notificar, les voy a mandar un telegrama para decirles que ya cambió el país, que la gente no quiere más de lo mismo”, dijo sin mencionar a quienes se refería.

Sin embargo, el futuro mandatario aseguró que su gobierno actuará con responsabilidad en el gasto, que no habrá mayor endeudamiento público y que se va a respetar la autonomía del Banco de México, por lo que una crisis para el país sólo será posible por un mal manejo del banco central, o bien, de una crisis del exterior.

Promete cambio en estrategia de seguridad

Al trasladarse a Sinaloa para continuar con los mítines, el tabasqueño prometió que habrá paz en México, ya que cambiará la estrategia de seguridad: “nada de estar solo utilizando la fuerza, ya está demostrado que eso no funciona. Vamos a atender las causas que originaron la violencia, que haya trabajo, educación y bienestar”.

Para conseguirlo, volvió a anunciar, habrá un trabajo coordinado entre las diferentes corporaciones: la Marina, la policía y el Ejército, y él ejecutivo se encargará personalmente de dirigir esas acciones.

Además, anunció que la corrupción será considerada, a partir de que llegue a la presidencia, un delito grave: “El que se robe el dinero del pueblo va pa’dentro y sin derecho a fianza. No habrá impunidad, empezando por el Presidente de la República, que podrá ser juzgado por corrupción, porque actualmente goza de impunidad”.