Este sábado, representantes del Vaticano y de la República Popular China se han reunido en Pekín en el marco de las conversaciones que llevan entablando desde hace tiempo.

Antoine Camilleri, subsecretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, y Wang Chao, viceministro de Asuntos Exteriores de la República Popular de China, han firmado una cuerdo provisional sobre el nombramiento de los obispos, principal motivo de conflicto entre ambas partes.

El acuerdo, “fruto de un acercamiento gradual y recíproco”, dice la Santa Sede en un comunicado, “se estipula después de un largo proceso de delicadas negociaciones y prevé evaluaciones periódicas sobre su implementación”.

En concreto, trata del nombramiento de los obispos, una cuestión de gran importancia para la vida de la Iglesia, y crea las condiciones para una colaboración más amplia a nivel bilateral.

Según adelanta AFP, Francisco ha reconocido ya a siete obispos nombrados sin su consentimiento por Pekín.

“La esperanza compartida es que este acuerdo fomente un proceso de diálogo institucional fructífero y con visión de futuro y contribuya positivamente a la vida de la Iglesia Católica en China, para el bien común del pueblo chino y para la paz en el mundo”, añade el Vaticano.

Los lazos diplomáticos entre China y el Vaticano son oficialmente inexistentes desde 1951 por la excomunión por parte de Pío XII de dos obispos designados por Pekín, a lo que las autoridades chinas respondieron con la expulsión del nuncio apostólico, que se asentó en la isla de Taiwán.