Francis Bacon nace un 22 de enero de 1561 en Londres, Inglaterra y fenece un 9 de abril de 1626 en Highgate, Middlesex. Vizconde de Saint Albans, canciller de Inglaterra, afamado político, abogado, padre del empirismo, precisó las reglas del método científico experimental en su Novum organum, un filosófico y científico moderno.

El Novum orgamun o (Indicaciones relativas a la interpretación de la naturaleza, 1620) forja como una práctica que puede dar al ser humano el mando sobre la naturaleza. Lógica de la guisa técnico-científico que se confronta premeditadamente a la aristotélica.

Nueva Atlántida, Francis Bacon publicado por la Serie-topías, Fondo de Cultura Económica, Tezontle, la jaula abierta editorial, Centro de Investigación y Docencia Económicas, 2017, con imágenes de Mauricio Gómez Morin.

Uno de los libros más provocadores en la obra de Francis Bacon es sin vacilación una obra clásica, Nueva Atlántida. El prólogo del doctor José Antonio Aguilar Rivera en ciencia política e investigador del CIDE acentúa “una utopía desprovista de añoranza”, sus oriundos no vivían del pasado ni recordaban a Platón sino todo lo contrario poseían nuevos anhelos del futuro gracias a los distintos inventos de los cultos de la Casa de Salomón era una institución toral de Bensalem un ideal de lo posible, es decir, atrayente a un razonamiento talante que resguarda viva fotografía que acogía a los extranjeros con gran algarabía, como leemos en el Epílogo del Ingeniero químico, Universidad Autónoma de Zacatecas y doctor en Letras por la Universidad de Guadalajara Gonzalo Lizardo: “Bensalem o el Museo de los tiempos posibles”: ‟Y así lo entendéis porque este salón y este museo son parte de una Bensalem neoplatónica: si el cuerpo es una prisión para el espíritu, la Nueva Atlántida donde nos encontramos está habitada por almas libres, ajenas al paso material, al frío y al calor, al hambre y al deseo”.

Utopía, vocablo creado por Tomás Moro en 1516 para distar la región en la que inscribió una sociedad ideal, sólo coexistía en su mundo ficticio, en conclusión, su deseo. Otra arista la insatisfacción de la Europa y del ocaso medievo, se entreveía el protorrenacentismo manifestarse, un siglo después vio retoñar nuevas utopías como La Ciudad del Sol de Tomaso Campanella escrita también en latín.

El descubrimiento de América. El objetivo esencial, Tyrambel como se le designaba al antiguo México, déjeme ser enfática una utopía renacentista que moraba una reforma por mejorar a través de la razón aplicada. Utopías la polís que Platón delineó en Пoλιεία; Civitas Dei de Agustín de Hipona.

Complejo, subrayar en las utópicas quimeras sin vacilar una crítica feroz del contexto social histórico expone hondas insatisfacciones con el estado de cosas. Ya que, la utopía es un boceto de un periodo agraciado de la sociedad.

Justamente, la utopía debe ser continuamente transportada a un deseo infinito de justicia que conmueva a los hombres a solventar los inconvenientes que la sociedad contemporánea brinda. La sociedad se desenvuelve a base de mudanzas profundas que poseen fuerzas remuneradoras, la innovación tecnológica es inevitable, no puede ser contenida. ¿Qué implica todo esto? Que debemos aspirar al futuro, hay que inventarnos constantemente, reitera en su Epílogo de Gonzalo Lizardo: “—Ahora entiendo —dije, con una voz tan inmaterial como mi cuerpo, acaso aturdido por las píldoras grises y la sidra espirituosa—. Por eso la Casa de Salomón se transformó en el Museo de los tiempos posibles, y por eso conversamos en este Salón de las utopías potenciales”.