Una historia doble, es la que transcurre en la reciente obra de Pedro Ángel Palou, se trata de Todos los miedos, novela en donde se establece una narración periodística, amenazada de muerte, acosada y perseguida, que investiga redes de trata dentro del gobierno de la Ciudad de México; la segunda, la del justiciero, exCISEN, expolicía y exmilitar, con un diagnóstico terminal que tiene la única intención de mantener a una periodista a salvo. Toda la novela transcurre en un sólo día y se mueve por toda la CDMX y atraviesa transversalmente todos los miedos, todos los horrores, que componen y que articulan esta ciudad en la que sobrevivimos.

‘‘En México ha habido una larga tradición de literatura social: la literatura testimonial ha sido fundamental y la novela policiaca. Esta novela quiere tener ambas cosas: el grado de lo testimonial y la crítica social”, dice su autor en entrevista para La Jornada, poniendo el dedo en el renglón en la violencia que vive el país, en especial en los asesinatos de periodistas.

El creador perteneciente a la llamada Generación del crack, agregó que México vive una paz ficticia, aparente, una alfombra bajo la cual se esconde la basura del narco y la corrupción, y donde el asesinato de periodistas es sólo una consecuencia lógica, un efecto secundario de la denuncia contra un sistema podrido desde la raíz.

‘‘De Fox en adelante se subrogó sobre todo el control de la seguridad, pensando absurdamente por un lado que se podía dejar así como el comercio al libre mercado y luego la absurda guerra contra el narco mal planeada, con pésima inteligencia, no sólo militar sino inteligencia pura”, apuntó.

Ante el miedo que subsiste en los mexicanos al salir a la calle, y no regresar a casa, advirtió Palou, fue consecuencia de los resultados en las elecciones del pasado primero de julio, ya que con un grito colectivo, se demostró el hartazgo y clamor de desesperación de la gente ante toda la inseguridad que se vive: “ahora se necesita hacer un ejercicio de ciudadanía democrática permanente, acompañar al poder, denunciar al poder cuando haga mal las cosas, pero también acompañar las buenas decisiones con colectivos sociales y nombrando a las víctimas”.

Todos los miedos, editado por editorial Planeta, narra el riesgo de la reportera Daniela Real quien decide enfrentar, sola, a ese sistema. Sus investigaciones la han convertido en una periodista incómoda y, por lo tanto, en el siguiente blanco de esa maquinaria indolente ante la injusticia pero eficiente al encubrir a los suyos. Su único aliado es Fausto Letona, un expolicía desahuciado que se convierte en sombra de su sombra para intentar protegerla del monstruo que la acecha.

‘‘Me preocupaba que ha habido como fenómeno editorial una banalización de la violencia a través de la narconovela. Quería que este libro no cupiera en esa idea. Hemos visto una literatura hecha para el mercado que quiere consumir esa violencia como si fuera el nuevo realismo mágico”, comento el también realizador de obras como Con la muerte en los puños, El diván del diablo, y La amante del guetto.