Para el especialista en asuntos laborales, José Alfonso Bouzas, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo permitirá a los trabajadores mexicanos “que se reivindiquen a sí mismos y busquen sus auténticas representaciones”.

Asegura que una vez que se demuestre que muchos de los miembros de sindicatos corporativos no saben ni quién es su líder y menos conocen su contrato colectivo, las autoridades podrán declarar que ese contrato es nulo, entonces se vendrán cambios en cascada en los sindicatos, quienes optarán por una auténtica representación.

“Qué implica la suscripción del convenio en confrontación con la serie de disposiciones de ley federal del trabajo que garantizan el corporativismo y que le dan al gobierno la posibilidad de manipular a los trabajadores según las necesidades del sector y, sobre todo, lo más grave, según los intereses de los gobernadores”.

Asevera que la suscripción del convenio es la gran conquista, consecuencia de una serie de cambios, “en primer lugar, la denuncia internacional respecto de que en México operan contratos colectivos de protección patronal”.

Denuncias, apunta, que se hicieron desde los años ochenta y fue necesario que la Central Sindical Internacional la llevara al Tribunal de Libertad Sindical de la OIT para que fueran citados el gobierno de México, empresarios, sindicatos corporativos y los sindicatos independientes.

De ahí vino una primera recomendación, señala, en relación a que en México se tenía que respetar la democracia y la libertad.

“Luego vinieron más recomendaciones y fue en 2017 cuando el presidente Peña Nieto decide reformar la Constitución y la Ley Federal del Trabajo, “casi diría que hizo una reforma con lo que nosotros los independientes, académicos y sindicatos habíamos venido trabajando. Cuando leí la iniciativa, juré que había párrafos míos”.

Bouza destaca que con “la aprobación del convenio, de la reforma constitucional y una nueva ley laboral que termine con el voto cantado, con la aprobación de los sindicatos corporativos, será el camino a seguir. Pienso que hay un ambiente en donde vamos a componer muchas cosas. No soy morenista pero creo que el morenismo va a dar la oportunidad de que se compongan muchas cosas”, asegura el especialista laboral.

Se puede construir un corporativismo con la presencia y participación de auténticas direcciones sindicales comprometidas con los trabajadores y que estos les puedan dar una patada en el momento en que olviden su compromiso.

 

Pasos a seguir

Bouza Ortiz considera que el paso a seguir es una reforma laboral democrática y después vendrán otras reformas “porque esta lo único es que da paso a la libertad y la democracia, pero el mundo del trabajo se recompone, hay paradigmas históricos como el salario mínimo, la jornada máxima que hoy se ven cuestionados. Hay nuevas formas de trabajo, nuevos escenarios tecnológicos, está presente el creciente ejército de desempleados a escala mundial pero eso no quiere decir que los sindicatos de manera automática tiendan a desaparecer, tendrán que recomponerse e internacionalizarse.

Un salario universal es fundamental, y eso, cada sindicato en nuestro país hará lo que le corresponda, pero los pisos generales en la globalidad tienen que darse, y eso solo lo puede plantear una organización sindical. A lo mejor es diferente o se llama distinto, pero una organización de un sector, de una clase, sigo hablando de clases. No creo que el marxismo haya pasado a la historia como lo decía el extinto Carlos Abascal.