Uno de los ejes de mayor peso estratégico para el nuevo gobierno de la república son las relaciones internacionales. En buena medida, la forma y fondo de cómo se construyan lo vínculos del nuevo gobierno, que encabezará Andrés Manuel López Obrador, con la comunidad internacional será la manera de cómo nos perciban en el mundo en materia de comercio, respeto a los derechos humanos, migración, combate a la delincuencia, igualdad, combate a la pobreza o avance en el cumplimiento de los objetivos del milenio establecidos por las Naciones Unidas.

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador, del pasado primero de julio, fue un acontecimiento internacional muy importante. Los noticieros y primeras planas de los más importantes diarios extranjeros dieron cuenta del contundente triunfo del candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, a lo cual vinieron en cascada las llamadas de mandatarios y líderes mundiales. Así como las solicitudes de encuentros, acercamientos de buena voluntad o bien con agendas específicas se han multiplicado. A su casa de transición en la colonia Roma de la Ciudad de México han llegado muchas delegaciones y todas las reuniones han dado resultados positivos.

El anuncio de que Marcelo Ebrard será el próximo canciller ha fortalecido este importante aspecto del proceso de transición. Ya existe un responsable de las relaciones internacionales y esto permite desplegar iniciativas que no son simples declaraciones, sino que revelan que para el gobierno de López Obrador la política exterior será fundamental.

Si bien ha dicho que la mejor política exterior es interior, en la política internacional se despliega en muchos ámbitos y aspectos. A partir del triunfo electoral, las miradas del mundo están puestas en México por las altas expectativas que la llegada al poder de un gobierno de izquierda y, claramente, de oposición al gobierno anterior, representa.

En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador las relaciones internacionales se fortalecerán y la política exterior mexicana recuperará su esplendor. La legitimidad del triunfo de López Obrador, su apoyo social y su liderazgo político posibilitará una defensa y promoción más fuerte de los intereses de México en el mundo. Me refiero a materias como la defensa de los derechos humanos de los migrantes, el respeto a nuestros recursos naturales, en especial los energéticos y, por supuesto, el respeto a nuestra soberanía. Serán unas auténticas relaciones de Estado, entre las naciones y los pueblos del mundo.

En el caso del TLC mucho se ha hablado de que en estos meses puede firmarse. Hace unos días, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto anunció los acuerdos con el gobierno de Estado Unidos y actualmente está en proceso la negociación con Canadá. Aquí cabe señalar el destacado papel que ha desempeñado el representante del equipo de Andrés Manuel López Obrador en el grupo negociador mexicano. Ahora sí, frente a los desplantes de Donald Trump existirá un presidente mexicano fuerte, que cuenta con un amplio respaldo de su sociedad, responsable, con visión de Estado y responsabilidad. Un presidente que mira con otros ojos a Latinoamérica y que despliega una estrategia integral hacia las diferentes regiones del mundo.

@MBarbosaMX