El primer signo de la corrupción en una sociedad que todavía está viva

es que el fin justifica los medios.

Georges Bernanos.

Lo que parecía imposible, por fin, es una realidad, me refiero al nuevo Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA, por su siglas en inglés). Después de ríspidas negociaciones y una etapa en la que Canadá se había quedado fuera, donde solo existía un acuerdo bilateral entre los Estados Unidos y nuestro país, fueron superados por la disposición a negociar por parte del primer ministro canadiense Justine Trudeau.

El acuerdo trilateral está sellado por la voluntad y la disposición de los negociadores de los tres países y con el aval de Trudeau y los presidentes Trump y Peña Nieto, además de la anuencia del presidente electo mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Ya se han levantado voces que dicen “estaba mejor el acuerdo comercial anterior”, inclusive algunas publicadas en importantes diarios de circulación nacional en la Unión Americana. Sin duda, tendremos que entrar al análisis detallado de los acuerdos alcanzados, pero dado el soporte de las tres naciones este será un acuerdo comercial que deberá traer beneficios a nuestro país.

Me quiero detener en particular en uno de los apartados que obligará a México a crear nueva legislación y mecanismos eficaces en materia de anticorrupción que le permita estar al nivel de las dos naciones pares en este acuerdo, ya no solo se tendrá que vislumbrar acciones contra el soborno, sino además contra el desvío de recursos y el lavado de dinero, ya que en esta negociación trilateral se creó un apartado específico de anticorrupción.

Entre los aspectos más importantes de este capítulo se encuentran:

  1. Castigo por actos de corrupción, en el que deberá existir una legislación que sancione el ofrecimiento o solicitud de beneficios indebidos, tanto en el servicio público como por afectaciones al comercio internacional o bien la inversión.
  2. Capacitación como eje fundamental del combate a la corrupción.
  3. Procurar la creación de programas de protección para denunciantes anónimos.
  4. Prohibición expresa de no aceptación de sobornos como pago de facilitación de tramites o servicios.
  5. Empresas libres de corrupción. Las empresas deberán implementar programas de cumplimiento y códigos de ética que permitan el combate a la corrupción.
  6. Involucramiento de la sociedad. Los países están obligados a involucrar a la ciudadanía de manera organizada en la lucha contra la corrupción.
  7. Por último, deberá existir una cooperación eficaz y permanente entre las diversas autoridades de los tres países mediante el intercambio de información, experiencias y programas contra la corrupción.

Es un capítulo muy alentador en la lucha mundial anticorrupción, para nuestro país debe ser un tema obligado y urgente, pues nuestras contrapartes nos llevan una gran distancia.

@perezcuevasmx

perezcuevasmx@gmail.com