Alrededor de 7 mil centroamericanos que ingresaron a México con la caravana migrante se encuentran ya en la ciudad de Tapachula, luego de romper el cerco policiaco establecido en la frontera entre el país y Guatemala.
En el paso fronterizo, la policía fue rebasada por el gran número de migrantes que esperaban cruzar el puente internacional, por lo que, según se denunció en algunos medios de comunicación, fueron recibidos con gases lacrimógenos por las fuerzas de seguridad.
A partir de ese momento las autoridades establecieron una estrategia para controlar el flujo de personas, ofreciendo la posibilidad de solicitar refugio. Para ello pidió que los interesados no llegaran en caravana, sino en grupos de 100 a 150 personas. Los solicitantes fueron recibidos por Luis Manuel López, embajador de México en Guatemala. Hasta el momento, se han recibido más de mil pedidos de asilo. Las personas que completan el trámite son recibidos y enviados a albergues en la ciudad de Tapachula.
El delegado federal de migración en Chiapas, Francisco Echeverría, ofreció trasladarlos en autobuses y llevarlos al albergue levantado en las instalaciones de la Feria Mesoamericana, donde recibirían comida, agua, servicios médicos y psicológicos, sin embargo muchos migrantes se niegan a alojarse en ellos por temor a ser deportados.
Mientras tanto, otros grupos de migrantes decidieron cruzar de forma ilegal a México, la mayoría de ellos a través del río Suchiate, algunos caminando, otros nadando y la mayoría a través de balsas fabricadas con cámaras de llantas y tablas. Las lluvias de los últimos días han provocado que el caudal del río crezca, por lo que muchos han fracasado en sus intentos, y algunos se han encontrado en serio riesgo, incluyendo niños. Hasta ahora, se reporta una persona muerta en un accidente automovilístico y un alto número de enfermos, sobre todo niños que llegaron a pie a la frontera.
Autoridades hondureñas, guatemaltecas y mexicanas han brindado atención a cientos de personas por afectaciones a la salud, principalmente enfermedades respiratorias, diarreas, deshidratación y lesiones físicas, sobre todo en los pies, por la dura caminata.
Este sábado, los presidentes de Guatemala, Jimmy Morales, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, se reunieron en la ciudad de Guatemala para hablar sobre la situación en la frontera con México. Conversaron vía telefónica con el Enrique Peña Nieto para buscar un acuerdo que pueda solucionar la crisis. Hernández ofreció financiar el regreso de los migrantes que decidan hacerlo por lo que se pactó un plan denominado “Operación retorno seguro”. Como consecuencia, alrededor de 3 mil migrantes han dado marcha atrás a sus intenciones de llegar a suelo estadounidense.
En México, el Instituto Nacional de Migración (INM) pidió a los miembros de la caravana a acogerse a la figura de refugiados y dejarse asesorar por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Sin embargo, los migrantes decidieron avanzar, por lo que fueron escoltados por la Policía Federal.
Al llegar a Tapachula, los migrantes fueron recibidos por vecinos de Chiapas, quienes les ofrecieron agua, refrescos, tortas, tamales, papel higiénico, pañales y leche en polvo para bebés. Los migrantes durmieron en parques y plazas públicas. En la entidad se suspendieron las clases durante este lunes y martes, aunque se desconoce si continuaran esta semana su marcha rumbo a Huixtla, con camino hacia Oaxaca o esperarán a que sean procesadas sus solicitudes de asilo o esperan a sus compañeros de caravana.
Por lo pronto, el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, anunció que las 117 parroquias de la Diócesis se habilitarán como albergues, por lo que ya se preparan para recibir a los migrantes que requieran descanso y alimento.
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A través de un video, el presidente Enrique Peña Nieto anunció que no se permitiría que ningún extranjero entre de forma violenta al país y denunció que los migrantes golpearon a elementos de la Policía Federal en su intento de ingresar de manera ilegal al territorio mexicano. Aseguró que los uniformados respetaron los protocolos de Derechos Humanos, por lo que se encontraban desarmados. “toda persona que deseara Ingresar a territorio nacional podría hacerlo siempre y cuando contará con documentos de viaje y una visa concedida por México”.
Repitió que las personas que deseen ingresar al país podrán “solicitar de manera individual el reconocimiento como refugiado” y recalcó que “se solicitó formalmente el apoyo de la ONU”, para decir que “en estos términos inició el ingreso ordenado a nuestro país de decenas de personas que son atendidas por el Instituto Nacional de Migración”.
Por su parte, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, volvió a pedir este domingo apoyo a la caravana. “Nada de maltrato a los migrantes centroamericanos”, pidió a las autoridades.
Durante su visita a Chiapas pidió a los gobernadores en funciones y electo Manuel Velasco y Rutilio Escandón que se brinde protección y atención a los migrantes que vienen de Honduras y prometió que en su gobierno habrá trabajo para todos.
“Sobre todo que van a tener protección las familias, las mujeres, los niños. Y nada de maltrato, no queremos que ello sufran lo que padecen nuestros compatriotas cuando se ven en la necesidad de ir a Estados Unidos. No queremos que haya injusticias en México, ni en Guatemala, ni en Honduras, ni El Salvador, que no haya injusticias en Canadá, en Estados Unidos. Queremos un mundo sin injusticias y con derecho al trabajo, con el derecho a poder buscarse la vida todos los seres humanos”.
En su mensaje pidió solidaridad a los mexicanos: “¿Qué decimos en las familias? Donde come uno, comen dos. ¿No es así? Eso es lo que vamos a llevar a cabo, esa solidaridad”.