A diario vemos en redes sociales una gran cantidad de imágenes que ofrecen aspectos de nuestros cuerpos. La motivación para compartirnos va desde lo que se conoce como sexting, combinación de las palabras en inglés sex (sexo) y texting (envío de mensajes), es decir, transmitir imágenes con connotaciones sexuales, hasta el modelaje que obtiene patrocionios.

Se trata de un fenómeno que prevalece a pesar de los escándalos que ha provocado y de la condena de algunos sectores sociales. La escala mundial de esto demuestra que las fronteras, al menos en el mundo digital, dejaron de ser una barrera para este tipo de fenómenos.

 

Primer acto: presentación

En episodio que ha motivado, además de un escándalo en medios y redes, el presente trabajo es la fotografía que muestra al senador Ismael García Cabeza de Vaca viendo la imagen de una joven en su celular, haciendo comentarios acerca de ella con alguien más en un chat de WhatsApp.

Se trataba de una fotografía de Fernanda Moreno, quien aclaró que es una estudiante ajena al mundo del sexo, aunque no del fenómeno de compartir imágenes de su propio cuerpo.

Detrás de esto e independientemente de la responsabilidad del senador —panista para complicar las cosas—, y su falta de reflejos para proponer alguna iniciativa para regular el uso de fotografías en redes sociales, la alfabetización digital o una lucha en contra de delitos como trata de personas, hay todo un mundo en el que jóvenes comparten a diario fotografías suyas sin reflexionar a qué ojos van a parar y qué fin, sin su consentimiento, se les da.

Se trata de la otra cara de algo que, a fuerza de ser cotidiano, encierra una gran cantidad de aspectos a ser considerados, los cuales van desde la necesidad de reafirmación personal hasta abrir la puerta a delincuentes.

Perfil de Instagram de Fernanda Moreno.

Segundo acto: mírenme

El caso de Fernanda Moreno es uno que en apariencia luce inocente, aunque encierra el uso de imágenes para una gran cantidad de propósitos. En el caso de Moreno, ella subió un escalón más en la fama al ser el objeto de conversación del senador tamaulipeco en una red social, pese a los calificativos en su contra y la condena en contra del panista. Ella dio varias entrevistas en la que se presentó como estudiante.

Pero lo que no compartió, y los entrevistadores no preguntaron, es que se trata de una más de los miles de usuarios de redes sociales que comparten fotografías suyas, aunque en este caso se trata de una exitosa modelo en Instagram que cuenta con algunos patrocinios.

Así, el acto de compartir imágenes en las que muestra sus atributos físicos es parte de un negocio. Su cuenta en Instagram es su principal plataforma, además del apoyo de otras cuentas que magnifican su mensaje, como el caso de guapasgmsr, la cual invita a quien quiera publicar a enviar las imágenes vía mensaje directo, algo que Fernanda Moreno hizo.

Siempre! buscó a los responsables de la cuenta para conocer su experiencia en este ámbito, sin obtener respuesta.

A diario, millones de usuarios de redes sociales comparten fotografías en las que posan, en ocasiones con motivos comerciales —desde modelaje que busca el patrocinio de ciertas marcas, hasta con objetivos sexuales—, aunque en otras la popularidad es el motor de esta actividad.

Lo cierto, es que al no haber una regulación, la imagen de cualquier joven puede acabar en manos equivocadas, como el episodio del senador panista demostró, e, incluso, motivar algún delito, algo que se debe tomar en cuenta por los usuarios, quienes continúan con esta práctica por la falta de una alfabetización digital, como alertó el investigador Octavio Islas Carmona.

Octavio Islas Carmona.

Tercer acto: detrás de una imagen en redes

El director del Centro de Altos Estudios en Internet y Sociedad de la Información de la Universidad de los Hemisferios en Quito, Ecuador, y fundador de la revista web Razón y Palabra, Islas Carmona compartió con Siempre! sus puntos de vista en relación con este fenómeno.

“No es un fenómeno reciente, hay una especie de voyerismo natural y las redes sociales lo explotan perfectamente; en términos de Mc Luhan, en su obra Los medios como extensiones del hombre de 1964, en el tercer capítulo “Narciso y narcosis”, más allá la asociación entre el narcisismo y la narcosis, tenemos la posibilidad de que los medios generen cierto embotamiento, que se entumezcan las facultades críticas de las personas. Con las redes sociodigitales, el fenomeno es más amplio y en pueblos en donde la sexualidad ha estado reprimida, donde se ejerce un control político del cuerpo, en términos de castigo o sanción, las redes sociales son catarticas”.

Si bien, aclaró Islas Carmona, esto no debería escandalizar, sí conlleva ciertos riesgos.

“La ausencia de una legislación en materia de derechos de imagen, como en México, ha generado ciertos fenómenos. Se tiene un narcisismo gratificante en términos de que puedo exhibir mi cuerpo, pero no he tenido una alfabetización digital que me permita entender el tipo de riesgos que pueden existir en términos de redes delictivas que pueden hacer uso de mi imagen y conformar catálogos que pueden circular entre la gente de clase política y empresarial, lo cual resulta muy delicado al pensar si se tiene permiso de usar estas imágenes o si, en un momento dado, pudieran ser de gente que puedan secuestrar para abastecer un mercado de consumo sexual muy selecto”.

Asimismo, y respecto al episodio que protagonizó el senador sorprendido con la imagen en su celular, el investigador señaló que el tema no es el sexting, sino las redes que usan las imágenes de las demás personas sin su consentimiento.

“El tema es delicado en el caso concreto de este senador, son todas estas redes que usan imágenes de gente sin su consentimiento y que puede ser un fenomeno muy delicado, por implicar la posibilidad de secuestro de estas personas, que no forman parte de la red de trata de blancas o los vínculos de este senador y alguna red; son dos temas peligrosos. Dolia Estevez señaló en Sin Embargo que este senador tiene dos hijas y que no le gustaría que sus fotografías pudieran estar circulando en redes”.

Acerca de las razones de los usuarios de redes sociales para compartir imágenes, Octavio Islas explicó que esto tiene que ver con la educación sexual que hemos recibido.

“El cuerpo ha sido objeto de una autocensura, hay una economía política dictada y la religión tiene mucho que ver; nos han educado para avergonzarnos de nuestro cuerpo y existe una liberación, un proyecto inconsciente, catártico, en cada persona que descubre y le fascina la red social como un vehículo para socializar información, para no limitarse a lo que presentan los medios, sino para ser su propio medio y, en ese sentido, articular su discurso visual, para lo cual lo primero que se tiene a la mano es el propio cuerpo en una afirmación plena; hay quien se afirma a través de ideas, de cuestionamientos, a través de contenidos o críticas, y otras personas carentes de la posibilidad de entrar en el mundo de la farándula hacen de sus redes un espacio de socialización y de afirmación que les permite trascender momentánemente sus represiones sexuales”.

Cuarto acto: al otro lado del Atlántico

En España se vive una situación que ha alarmado a distintos sectores sociales. La proliferación de cuentas en redes sociales que comparten imágenes de cuerpos, jóvenes principalmente y con propósito de sexting o de comercio sexual, ha generado la formación de algunos organismos que buscan concienciar a los usuarios en las implicaciones que esto conlleva.

ºUna de dichas organizaciones es Pantallas Amigas, la cual hace todo un esfuerzo para que los jóvenes reconozcan los riesgos de enviar fotografías suyas a un ámbito en el cual puede pasar mucho, incluso sin su consentimiento.

Siempre! contactó con los responsables del portal y estas fueron sus respuestas.

¿Qué tan grave se puede considerar el fenómeno del sexting en sociedades como las nuestras?

Se trata de una práctica de riesgo con prevalencia creciente y desde edades cada vez más tempranas. Puede resultar en daños graves y duraderos para quien ve vulnerada su intimidad, privacidad y confianza. Es un problema presente en muchos centros escolares. Sí, es preocupante.

¿Qué puede motivar a un joven a realizar esta práctica?

Muchas razones. El ánimo de explorar y ejercer su libre sexualidad, las ganas de complacer a su pareja o la necesidad de sucumbir a la presión de grupo o de llamar la atención, un intento de flirteo, una situación de baja autoestima, un momento de euforia o de desinhibición…

En redes sociales, principalmente, tenemos a usuarios que comparten imágenes de índole sexual, incluso con propósitos comerciales, además de quienes buscan enganchar a jóvenes para que compartan este tipo de material, ¿cómo contrarrestar estos ejemplos; han logrado resultados en este ámbito?

Es más habitual que lo hagan ellas que ellos, y esto obedece a razones culturales: en una sociedad machista lo que se valora —y por lo tanto se debe ofrecer— es la belleza y la sensualidad, que no es otra cosa que la cosificación del cuerpo de la mujer. Tratamos de que realicen esa reflexión para que relativicen lo que se supone que se espera de ellas. También desmontamos muchos mitos creados simplemente a base de imágenes y apariencia que, en realidad, esconden una vida normal y corriente. En relación al sexting, buscamos que quien tome la decisión de hacerlo lo haga de manera informada sobre sus riesgos potenciales, de forma meditada y no precipitada y también libremente, sin atender a presiones de ningún tipo.

¿Qué motivó el surgimiento de Pantallas Amigas?

La intuición y constatación, en 2004, de que Internet iba a suponer grandes ventajas y grandes retos para la sociedad, pero especialmente para las personas menores de edad. Teníamos que comenzar a trabajar para mejorar la experiencia en el uso de Internet, primero, y la calidad de la vida digital después, con un enfoque de ciberciudadanía.

Finalmente, de acuerdo con la experiencia que han tenido con este proyecto, ¿cuál es el perfil que han encontrado de quienes practican el sexting?

Es complicado. Son más ellas que ellos, quizás entre los 12 y los 16 años sea el grupo más numeroso. Respecto a sus características personales es complicado definir un patrón porque, como hemos dicho, las motivaciones son muy diversas y en esos casos caben todos los perfiles. Sí podemos decir que es más abundante entre quienes tienen pareja.

Los interesados pueden consultar los proyectos que Pantallas Amigas ha impulsado:

www.pensarantesdesextear.mx

www.sextingseguro.com

www.respetoimagenesintimas.com

@AReyesVigueras