María Eugenia Merino

Siempre me asalta el pánico a la hora de escribir sobre los amigos entrañables. Me parece que, o todo está dicho ya y poco puedo agregar, o bien que mis comentarios podrían no reflejar con justicia sus méritos.

Con René Avilés Fabila (1940-2016) la amistad nos unió durante buena cantidad de años, y hoy, a dos de su partida, reitero mi gratitud hacia el amigo, el colega, el jefe que fue tan generoso conmigo, como lo fue siempre con todos sus cuates y hasta con los que no lo fueron.

Por eso celebro que ahora se le recuerde no con un homenaje luctuoso, pomposo y lleno de alabanzas, no porque no las mereciera, sino con un certamen de periodismo cultural que refleja no solo una de sus pasiones sino una dedicación cotidiana y desinteresada.

Como bien dice la doctora Rosario Casco Montoya, la incansable y querida Rosario, su compañera en la vida y en más de una aventura: “Justo es que esa faceta del legado de René sea recordada”.

“Siempre fiel a sus convicciones —recuerda su amigo Mario Saavedra—, jamás se vendió al mejor postor, con todo lo que ello pueda implicar […] víctima de un canibalismo y un ninguneo que por desgracia permean nuestro medio cultural”.

El Premio Nacional de Periodismo Cultural René Avilés Fabila honra a René y su inagotable tarea en este género periodístico, donde fue promotor e impulsor de muchas carreras y grandes proyectos, como el Museo del Escritor, y al frente de El Búho, primero como suplemento en Excélsior y luego como revista independiente que fundara a su salida del periódico víctima de la censura.

Lejos de los mecenazgos y los patrocinios, sus proyectos fueron sostenidos con sus propios recursos, y, aun así, ninguneados y desechados por la cultura “oficial” y sus oficiantes.

Mucho le debemos quienes colaboramos a su lado —escritores, poetas, historiadores, arquitectos, artistas plásticos, diseñadores…—. Nos congratulamos del buen tino que tuvo Rosario al frente de la Fundación René Avilés Fabila, junto al resto de las instituciones convocantes —la Secretaría de Cultura de la CDMX, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y el Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación—. Con este premio, René seguirá siendo recordado por su obra literaria, periodística y docente, y con gran cariño por sus amigos porque se ha ganado, aunque le pese a sus críticos y enemistades —como dice Mario—, “el incondicional respeto de quienes son capaces de apreciar tales severidad e intuición” como mostró René.

El jurado

Estuvo compuesto por representantes de las instituciones convocantes para garantizar la transparencia de la premiación:

Pável Granados, de Canal 22; Yolanda Mercado Ángel y Analletzin Díaz Alcalá, de la Escuela de Periodismo Carlos Septién; Fernando Chamizo, de la FRAF; Hugo Martín Macías Gutiérrez, Verónica García Martínez y Martha Elena Cuevas Gómez, de la UJAT, así como Adriana Solórzano y Carmen Avilés Solís, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, entre otros.