Tommie Smith y John Carlos hicieron historia en 1968, alzaron sus puños para protestar y defender los derechos humanos.

Hace 50 años Tommie Smith ganó la carrera de los 200 metros planos en 19.83 segundos en la pista del Estado Olímpico Universitario. Rompió el récord mundial de ese entonces. Nadie había corrido esa distancia en menos de 20 segundos. El triunfo lo celebró, junto con John Carlos, medalla de bronce, con el puño en alto. Smith recuerda en entrevista para UNAM Global: “lo que hicimos en el podio lo planeamos sólo minutos antes de subir a él”. Agrega que estaba preparado para hacer algo, “pero aún no sabía qué. Me decidí en uno de los túneles. Yo los llamo así, en algún túnel de los que están aquí. Estoy un poco desubicado, pero fue en el túnel por el que salimos a recibir nuestras medallas. Lo planeamos minutos antes. Así que John Carlos, Tommie Smith y Peter Norman charlamos acerca de esto, y de lo que podría pasar si los tres hacíamos lo mismo. Porque de esa forma nuestra proclamación sería mucho más fuerte. Pensábamos que hacerlo sería innegablemente algo positivo para nuestra lucha por los derechos humanos. Pero fue visto de manera negativa por la gente, debido a que se le asoció con el saludo del Black Power. Se le miró como una crítica a los procesos de igualdad. Pero no lo era, se trataba precisamente de lo contrario. Era sobre la esperanza por la libertad, sobre el proyecto olímpico por los derechos humanos, no los derechos de los negros, no los derechos de los hispanos, ni de los asiáticos, nuestra causa eran los derechos humanos, que viene a ser la culminación de la especie humana.

Añade que “ahí es donde reside el poder de lo que hicimos. También en la oración -Tommie Smith siempre ha sido un hombre de oraciones-, mi cabeza estaba inclinada en oración, con el brazo estirado hacia el cielo, el símbolo del poder, sin calcetines, sin zapatos, en representación de los oprimidos del mundo y abogando por la no violencia contra nuestros jóvenes.

Respecto a la matanza de los estudiantes en 1968 afirma que “fue algo muy lamentable, lo único que ellos buscaban era lograr un cambio en lo social. Cambiar un status quo que estaba profundamente arraigado en el gobierno. Es muy triste cuando eso ocurre. Pero algo sabíamos, y mi carrera, para la mayoría de los casos, la corrí en favor de las tragedias y sacrificios de los estudiantes”.

Smith señala que “hay relevancia en luchar contra el status quo. Pero debes tener un propósito claro para hacerlo, ya que el status quo siempre tendrá a la ley de su lado. Las leyes se pueden cambiar. Tienes que sacrificarte para cambiarlas. No alientes la protesta si no tienes la intención de vivir una experiencia formativa, si no buscas un resultado positivo. Habrá problemas. Y ojalá que aquellos que quieren hacer el cambio no formen parte del problema, ya que ya han sido identificados como problemáticos precisamente por querer ese cambio en primer lugar. Y mientras el mundo siga girando los cambios continuarán siendo relevantes para el avance de la humanidad”.