En un estudio sobre el futuro de nuestra ciudad, elaborado en 2016 por el gobierno capitalino, el Centro Geo y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se plantea un aspecto que es el momento de llevarlo a la mesa de análisis: redimensionar la importancia de la Zona Metropolitana del Valle de México. El estudio establece que durante muchos años la tendencia ha sido la polarización y la desigualdad entre la ciudad central y sus conurbaciones en el Estado de México, que ahora tienen más de 250 mil habitantes cada una.

Este desequilibrio se traduce en una expansión urbana fragmentada, en traslados largos, caros, contaminantes e inseguros desde la ciudad hacia distintos lugares de trabajo, que consumen horas y recursos, en la falta de servicios y de agua por la sobreexplotación de las cuencas (que es el mayor peligro en el futuro mediato).

El estudio que comentamos añade que esta situación se ha visto reforzada por una falta de coordinación y cooperación entre los niveles de gobierno tanto de la Ciudad de México como del Estado de México a escala metropolitanaº, por lo que plantea la urgente necesidad de lograr una cohesión territorial en la Zona Metropolitana del Valle de México, donde viven 21 millones de personas.

El propósito de ello es, entre otros, favorecer el acceso equitativo de los habitantes a servicios y equipamientos y propiciar mejor conectividad y movilidad entre los territorios vecinos. Pone como ejemplo el Metro, que no es metropolitano, ni lo será, en tanto no exista esa redimensión metropolitana. Las extensas áreas de hábitat natural y ecosistemas incluidos en esta zona se verán también beneficiados, dándole una verdadera sustentabilidad a la ecología interregional.

A esto hay que añadir que existen aportaciones de especialistas e investigadores que se inclinan por diseñar mecanismos más eficaces de gobierno metropolitano que abarquen temas que van desde la planeación y el desarrollo urbano hasta el manejo y disposición de residuos sólidos, agua potable y alcantarillado, seguridad pública, protección del medio ambiente, entre muchos otros, que, dicen los estudiosos del moderno urbanismo, ya no pueden ser atendidos adecuadamente desde una perspectiva estrictamente municipal o local.

Concentrar nuestra atención en el tema metropolitano es fundamental en el México de hoy, no solo por el hecho de que en la actualidad la mayor parte de la población del país vive en zonas metropolitanas, sino también porque este tipo de regiones ha crecido exponencialmente en las últimas décadas. Actualmente existen 59 a lo largo de la república mexicana y son zonas que generan 75 por ciento del producto interno bruto.

Por otro lado, el enfoque metropolitano puede ser fundamental para la reconstrucción del tejido social, lo que permitiría abatir en un futuro problemas tan grandes como la violencia que actualmente padecemos y que se ha convertido en un flagelo que ha dañado la calidad de vida de nuestro país.

Secretario general del Partido verde Ecologista en la Ciudad de México.