Por Ángela Pérez

 

[su_dropcap style=”flat” size=”5″]L[/su_dropcap]a Unión Europea (UE) ha sido el proyecto más ambicioso del Viejo Continente. Desde que comenzó a gestarse ha sufrido no pocos avatares y hoy se encuentra en un delicado momento al enfrentarse a los desafíos del Brexit y de partidos populistas y ferozmente nacionalistas que se posicionan como euroescépticos cuando no directamente contrarios a la UE. Su corazón se encuentra en Bruselas, la “capital” de Europa en donde confluyen intereses y gentes de muy variado pelaje en una organización llena de burocracia y que debe funcionar como la maquinaría de un perfecto reloj. Pero, claro, las organizaciones están pobladas por seres humanos y estos no son perfectos. Así, todo el complejo entramado de la UE estaba pidiendo a gritos ser recreado en una novela. El grito lo escuchó el escritor austriaco Robert Menasse (Viena, 1954) y lo ha recogido en su novela La capital, justamente merecedora del Premio Deutscher Buchpreis 2017, y que está obteniendo una magnífica recepción por parte de crítica y público.

Menasse nos brinda una novela que comienza con una extraña y sorprendente situación: un cerdo recorre el centro de Bruselas ante el asombroso de los transeúntes. Y, mientras, en un hotel del centro bruselense, se comete un asesinato, que habrá de ser investigado por un singular policía, lo que otorga a La capital un cierto toque de thriller. Aunque no será este su principal elemento, sino el ser un agudo e ingenioso retrato, en clave satírica, de los entresijos de la UE. Y lo realiza en una novela coral, a través de varios personajes, como, entre otros, Martin Susman, Fenia Xenopoulou, Kai-Uwe Frigge, o David de Vriend, bien caracterizados y cuyas vidas se cruzan en este hilarante fresco.

El detonante de que se desaten las ansias y codicias es la conmemoración del cincuenta aniversario de la Comisión Europea y la manera en que va a celebrarse tomando como eje el recuerdo de Auschwitz, por lo que se invita a Bruselas a algunos de sus supervivientes. Para escribir su novela, Menasse se documentó profusamente y pasó un tiempo en Bruselas para conocer mejor y poder hacer tangible algo que no pocas veces se percibe como abstracto.

No es La capital un cuestionamiento de la UE, sino más bien una denuncia de sus torpezas y puntos débiles para que reaccione, recurriendo a la sátira en su sentido moralizante. Menasse apuesta por “más Europa”, por la superación de los nacionalismos, por no olvidar la idea fundacional expresada por Jean Monnet, que recuerda uno de los personajes de la novela: “Todos nuestros esfuerzos son la doctrina de nuestra experiencia histórica: el nacionalismo lleva al racismo y a la guerra, y como consecuencia radical, a Auschwitz”. Y confía en que la UE solucionará sus problemas y resistirá, pues, si cayese, ha declarado Menasse, habrá ruina y miseria en Europa.