Luego de que se diera a conocer que la opción de Santa Lucía fue la ganadora en la “consulta ciudadana”, pese a no tener sustento jurídico y que sólo votara el 1.1% de la lista nominal, y que por tanto se cancela la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, el peso mexicano perdió valor en el mercado y el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se desplomó 4.20%.

De acuerdo a especialistas económicos y financieros fue el peor día del peso desde el 9 de noviembre de 2016, cuando Donald Trump ganó la elección presidencial en Estados Unidos.

El dólar se disparó hasta 20.35 pesos al menudeo, al ganar 70 centavos frente a sus cotización del viernes pasado en ventanilla bancaria.

Ante este escenario, la firma de riesgo crediticio Moody’s redujo la calificación de Baa1 a Baa3 a los bonos emitidos por el Fideicomiso del NAIM por un monto de 6 mil millones de dólares, al  considerar que la cancelación del proyecto incrementa la probabilidad de impago sobre estos instrumentos.

En opinión del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pabló Castañón, la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto en Texcoco,  envía un mensaje grave de incertidumbre a los inversionistas.


De acuerdo a los cálculos de los empresarios el costo de esta decisión será de entre 120 mil y 140 mil millones de pesos, además de que se perderían 46 mil empleos. Asimismo, hay que esperar las repercusiones que tendrá a nivel de convenios internacionales.

Por su parte, la Cámara Americana de Comercio, que agrupa a las principales empresas estadounidenses asentadas en México, destacó su preocupación por la afectación al Estado de derecho y la falta de legalidad en que incurre el proceso de consulta ciudadana.

Sin embargo, este panorama adverso fue minimizado por el próximo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, pues afirmó que es normal y que una vez que se informe, se tranquilizarán las cosas. Dijo que el impacto en el tipo de cambio del peso frente al dólar, no es significativo, porque muchas veces se dan estas cosas por factores externos. “Hay que esperarnos, no hay nada que temer”. 

López Obrador advirtió a empresarios y funcionarios corruptos que se terminó el vínculo entre el poder económico y el poder político, ya que el gobierno que está por iniciar, no es para un grupo y  no será un gobierno al  servicio de una minoría.