Como una ola de nieve, así se puede describir la caravana de migrantes que salió el pasado 12 de octubre de San Pedro Sula, Honduras, pues a su paso, inicialmente con 500 integrantes, se fueron sumando personas que compartían el mismo objetivo: llegar a Estados Unidos.

No se trata de la primera caravana de migrantes que cruzan México para llegar a la Unión Americana —y muy probablemente no será la última—, pero ahora se trata de un grupo de migrantes que ha despertado, incluso, ánimos xenófobos entre los mexicanos, ¿cuál es la diferencia ahora?

Cinco mil migrantes a 1,400 kilómetros de EU

En busca del sueño americano, 2 mil hondureños salieron rumbo a Estados Unidos desde San Pedro Sula en lo que se denominó “caminata del migrante”. A su paso, se fueron sumando personas hasta alcanzar los 5 mil integrantes.

No obstante, la caravana no ha estado exenta de polémicas. La cancillería hondureña señaló en un comunicado que la llamada “caminata del migrante” es “organizada para movilizar bajo engaño a centenares de hondureños hacia Estados Unidos” y que se trata de “un movimiento que a todas luces es político y que busca alterar la gobernabilidad, estabilidad y la paz de nuestros países”.

El exdiputado centroamericano Bartolo Fuentes, del Partido Libertad y Refundación, es señalado como el organizador de la caravana. La canciller hondureña, María Dolores Agüero, señaló que “durante varios años el señor Bartolo Fuentes ha promovido movimientos migratorios irregulares, bajo engaño y falsas promesas para los connacionales”.

En entrevista con El Heraldo de Honduras, Fuentes negó ser el organizador de la caravana. “Yo no he organizado ninguna caravana, no repitan eso, por favor, no caigan en el juego sucio”, aseguró.

Bartolo Fuentes fue detenido en Guatemala el pasado 16 de octubre y deportado a su país. De acuerdo con su esposa, Dunia Montoya, la detención fue realizada por la Policía Nacional Civil, con la participación de personal de la embajada de Estados Unidos.

El exdiputado hondureño fue el único detenido, pues el presidente guatemalteco Jimmy Morales indicó que no obstaculizaría la caravana y que solo pediría que los migrantes se anotaran en una lista única, además de denunciar las amenazas del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.

Y a su llegada a la frontera mexicana, los migrantes tuvieron que enfrentar a la policía federal. El presidente Peña Nieto informó que “toda persona que desee ingresar en territorio nacional podrá hacerlo siempre y cuando cuente con documentos de viaje y una visa concedida”.

En paralelo, Donald Trump tuiteaba: “cada vez que veas una caravana, o personas que vengan ilegalmente, o que intenten venir ilegalmente a nuestro país, piensen y culpen a los demócratas por no darnos los votos para cambiar nuestras patéticas leyes migratorias”.

Se estima que la caravana llegue a Estados Unidos en fecha cercana a noviembre de este año. El 6 se realizarán comicios en la Unión Americana para renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, con las implicaciones que esto tiene para la agenda legislativa de Trump, quien a pesar de contar con una mayoría republicana en el Legislativo, ha tenido problemas para sacar adelante sus iniciativas, como se vio en el caso de la aprobación de una ley para sustituir el Obamacare.

Honduras pierde su mayor activo

“Yo me pregunto: ¿quién o quiénes ganan con ese tipo de migración en condiciones de extrema inseguridad? ¿Cómo lograr que un trabajo para los hondureños no implique un costo humano tan alto? ¿Qué hacer para que el país no siga perdiendo lo más valioso que tiene: su población joven y productiva? Estas interrogantes deben ser motivo de reflexión y a la vez servir para proponer posibles soluciones a una problemática que es necesario atender urgentemente de forma racional y no demagógica, en caso contrario, el atraso, subdesarrollo y la miseria seguirán siendo cada vez más el rumbo que irá tomando el país. No debería dársele continuidad a ese modelo de dependencia, exclusión y vulnerabilidad”.

Estos cuestionamientos son de Vladimir López Recinos, hondureño, doctor en estudios del desarrollo e investigador de la migración hondureña en tránsito por México hacia Estados Unidos de América.

Entrevistado por Siempre!, López Recinos compartió los hallazgos de su trabajo en este tema.

“En el caso particular de Honduras, que es el país que hemos investigado, llama mucho la atención que, de receptor de inmigrantes y refugiados en 1960-1980, pasó a convertirse en una nación eminentemente expulsora de personas. ¿Cómo ocurrió eso? Si hacemos una revisión pasada y presente de esas migraciones nos damos cuenta de que en el caso de Honduras, a la mayoría de la población la hacen emigrar de manera compulsiva la falta de empleo y un salario digno. También la falta de servicios básicos: salud, educación, vivienda y otros beneficios sociales”.

De igual manera, explicó que el factor político también influye en este tema.

“La población no ha sabido escoger a sus autoridades, pero también se ha violado el marco legal democrático con un golpe de Estado (2009) y más reciente con una reelección ilegal (2017) y todo eso ha generado anarquía, violencia, represión, más crisis y menos gobernabilidad. Tiene vigencia lo expresado en su momento por José Vasconcelos: ‘los países que se despueblan son países mal gobernados’. Él juzgó la migración como un termómetro para evaluar a los gobiernos e hizo un llamado para otorgarle la debida atención, pues refleja si realmente se le están dando posibilidades reales y alternativas de desarrollo a la sociedad”.

Recinos recordó que “las cifras registran que a partir de 1998 esa emigración se tornó explosiva y de carácter compulsivo, al grado que sigue extendiéndose hasta la fecha. Caravanas de migrantes han existido desde entonces, pero no se les dio la debida importancia y atención”.

Marea de gente

“Esa marea de gente no es algo que se originó el 12 de octubre de 2018, se ha venido moviendo de manera constante y responde a la desigualdad en el desarrollo que presentan las personas de algunas regiones, y que buscan trasladarse a los países donde existe un mayor grado de desarrollo, pues allí pueden encontrar mejores posibilidades que incluyen trabajo, mejores salarios y condiciones de vida, salud y educación para ellos y sus hijos”, sostuvo Vladimir Recinos.

Nuestro entrevistado agregó que, en este caso, Honduras ocupa el primer lugar de deportaciones en México.

“Honduras expulsa unos 100 mil emigrantes cada año. El hondureño es el flujo que se ha vuelto más compulsivo en los últimos años y actualmente ocupa el primer lugar en deportaciones desde México, según cifras oficiales del Instituto Nacional de Migración. Eso revela que los migrantes siguen a pesar de los peligros y las dificultades en el camino”.

Para cerrar su participación, el investigador señaló que en el tema del desarrollo para la región, este no se logrará desde fuera.

“El desarrollo de Honduras no se logrará desde afuera y mucho menos con migrantes y remesas. Éste debe darse con fuerzas sociales, políticas y económicas endógenas y tiene que ser responsabilidad de todo el Estado hondureño en su conjunto. Con la emigración hondureña está ocurriendo lo siguiente: 1) pérdida de mano de obra; 2) recibe mano de obra lisiada; 3) recibe remesas que solo activan la economía a través del consumo; 4) las remesas apenas sirven de paliativo a la pobreza extrema; 5) el consumo de las remesas genera riqueza y “desarrollo” para ciertos grupos, pero no es algo equitativo, y 6) es un círculo vicioso que recrudece más las asimetrías y desigualdades sociales y económicas”.

 

Preocupa la xenofobia

“Me preocupa más lo que pudiera significar en lo exterior. Las caravanas son una estrategia de seguridad de quienes vienen, por las malas experiencias pasadas, es un tema complejo; lo que nos preocupa son las expresiones xenofóbicas que se han dado a partir de las redes sociales, replicando discursos de odio, incluso racistas, que fueron muy señalados por la misma población mexicana hace un par de años. Una de las principales redes de apoyo de los migrantes fue la sociedad civil, muestras maravillosas como las Patronas en Veracruz, entre otras, y que ahora florezcan este tipo de discursos nos preocupa mucho”.

Estas palabras son de Tonatiuh Magos, representante de incidencia política en México de la Fundación Word Vision, organización dedicada a la acción conjunta con sociedad civil, empresas y autoridades gubernamentales para la provisión de ayuda humanitaria a migrantes, en especial a los niños. La experiencia de esta institución ha generado un conjunto de recomendaciones para atender este fenómeno regional. Con oficinas de representación en diversos países de la región centroamericana, World Vision conoce la manera en que se ha dado el flujo migratorio en las últimas décadas.

“Guatemala, El Salvador y Honduras son miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) que es un mecanismo de cooperación regional que ha dado facilidades para el libre tránsito de personas; en particular, con esta caminata hubo algunas reservas del gobierno guatemalteco con restricciones al paso, pero México no ha sido parte de este sistema. Es normal el tránsito de personas debido al SICA”.

Acerca de las causas que originan la migración, Tonatiuh Magos refirió que la opción es generar estrategias integrales.

“Las personas tenemos el derecho a migrar, pero nadie está problematizando el derecho a no migrar, el derecho a vivir en una comunidad en la que te sientas con las oportunidades que quieras, con la seguridad y con acceso a alimentación o salud. Las principales causas que detectamos son la falta de oportunidades y la pobreza, y la relación con la violencia, y como agencia especializada en la niñez creemos que la mejor manera para garantizar sus derechos son las estrategias integrales que articulen las políticas públicas con derechos humanos; México tiene un enfoque de esta naturaleza, pero en otros países de la región esto no existe, además de que son sistemas nuevos, en México tiene tres años”.

Finalmente, el representante de World Vision aseguró que hay que privilegiar los derechos humanos.

“Hacemos un llamado irrestricto a la defensa de los derechos humanos, es muy claro en ese sentido el artículo 4º de nuestra Constitución; nos conviene a todos, el discurso de odio no genera ninguna ventaja, somos un país solidario, es bueno para nosotros recibir la migración, además de que la gente no migra por gusto, sale por desesperación y tenemos que generar lógicas nacionales, que solo tenga que salir de sus comunidades por un sueño de superación no por necesidad o por escapar de una situación de violencia”.

Política nacional y bilateral

Para la jefa de la carrera de relaciones internacional de la Universidad La Salle, María Elena Pompa, el actual contexto político de la región es algo que hace que esta caravana sea, en cierto sentido, algo singular.

“No es la primera vez que esto sucede y en muchas hay migración que pasa de manera ilegal, pero sin que avise; estamos en un periodo de transición política en México, en el cual no se pueda tomar una postura definitiva pues el gobierno actual va de salida y no puede tomar una decisión drástica por las consecuencias que esto puede tener y porque no pueden darle seguimiento, y el presidente electo todavía no está en funciones. Esto ligado a las elecciones en Estados Unidos nos muestra un trasfondo en política nacional como en la relación bilateral con nuestro vecino del norte; en política nacional tiene que ver con los principios que siempre México ha enarbolado, la política de asilo y refugio —específicamente este caso es más por refugio—, porque los migrantes vienen por las pocas condiciones que tienen para desarrollarse en sus países”.

Nuestra entrevistada recordó que las recientes reformas a la ley de migración en México también se han adecuado a este fenómeno.

“La reforma que tuvimos este año estableció que los migrantes no sean considerados como delincuentes y se garantice el respeto a sus derechos humanos, con lo que se plantea el respeto a la persona; en esta coyuntura, esto se presenta con la transición en México y la presión de Estados Unidos —algo que ya es tradición—, y el hecho de que haya elecciones legislativas en noviembre que es utilizado por el gobierno de Donald Trump con su postura antiinmigrante y a favor del nacionalismo estadounidense, con el mensaje de que si sigue el Partido Republicano él va a seguir defendiendo su país”.

En relación con las recientes declaraciones de López Obrador, de armar un plan de desarrollo para la región, Elena Pompa consideró que primero se debe estudiar a fondo las necesidades de los países del área antes de dar a conocer cifras.

“En realidad, todavía no ha hecho los estudios a fondo el presidente electo de México para un programa de apoyo a Centro América para que no tengan necesidad de migrar; además de las buenas intenciones en política exterior, la prioridad es resolver todo el problema de desempleo que tenemos en México, con un desarrollo —primero— de la región sur del país; independientemente del apoyo que México pueda brindar para el desarrollo de esta zona, hay que ver las causas por las que salen, pues en Honduras en particular tiene un índice de desarrollo humano que lo ubica en la posición 133, México está en el lugar 73; en Honduras se han dado concesiones mineras que han provocado pérdida de campos de cultivo y contaminación, lo que está afectando la forma de vida de la gente. Es una situación bastante compleja con demasiados intereses internacionales que pueden ser afectados”.

Para concluir, la académica pidió que no se vea esto como un problema como muchos han expresado, principalmente en redes sociales.

“La migración no es un problema como tal, es un fenómeno que se está presentando en varias partes del mundo; México tiene una tradición de refugio en este sentido y es algo que nos beneficia en muchos sentidos, en cuestiones culturales, empleo, en muchos aspectos”.

@AReyesVigueras