La falta de planeación y supervisión de los principales proyectos de infraestructura de este sexenio, específicamente del Paso Exprés, el tren México-Toluca y el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) ha generado sobrecostos promedio de 70%.

Así lo informó la organización civil México Evalúa al presentar su estudio “Ojos a la obra” que estudia las contrataciones públicas de estos tres proyectos, que evidencia fallas sistemáticas en la preparación de los proyectos de infraestructura.

En el caso del NAIM se observaron contratos por un total de 129 mil 582 millones de pesos –84% del monto del contratado a agosto del 2018- , y se encontró que en sólo el 27% de las competencias se adjudicó el contrato mediante licitaciones en las que se evaluaron completamente más de cinco proposiciones solventes.

Se observó que muchas veces sólo fue evaluada completamente una oferta, derivando en una contratación que para términos prácticos es igual a la adjudicación directa.

Esto ha costado que la construcción del NAIM elevara su costo original de 168 mil 880 millones de pesos hasta llegar a 285 mil millones de pesos en tan solo cuatro años.

Por ejemplo, se observó que la barda perimetral que rodea el polígono tuvo un sobrecosto de 89%, al pasar de 1,547 a 2,930 millones de pesos, y en lugar de construirse en los 563 días planeados estuvo lista en 863 días, un desfase de 53 por ciento.

Esto se debe a que la construcción se precipitó. Las autoridades afirman que se debe a que querían evitar los conflictos de la zona y darle certidumbre al proyecto.


En el caso del tren de Toluca, el incremento de costo, que se calcula en 77% (al pasar de 33,741 a 59,217 millones de pesos), es resultado de mala planeación en su trazo, lo que obligó a cambiarlo sobre la marcha, y la falta de negociación con las poblaciones afectadas.

En el caso del Paso Exprés de Cuernavaca, el sobrecosto fue de 73%, al terminar costando 2,213 millones de pesos, y el plazo para concluir los trabajos sólo se incrementó 17%. Sin embargo, se presentó un socavón en donde perdieron la vida dos personas.

En su proceso de licitación el proyecto de de la constructora presentó el costo más bajo, con una oferta de 1,045 millones de pesos, pero al final cobró 1,796 millones de pesos, que aceptó pagar el gobierno.

Además ninguno de los proyectos publicó información de los estudios de mercado, subcontrataciones, pagos, informes de supervisión y auditoría interna, lo cual favorece a las practicas de corrupción que en ocasiones, como en el caso del Paso Exprés, ponen en riesgo a los usuarios.