El congoleño Denis Mukwege y la iraquí Nadia Murad ganaron el Nobel de la Paz por “sus esfuerzos para terminar con el uso de la violencia sexual como arma de guerra y en conflictos armados” informó el Comité Nobel Noruego. Ambos laureados, dice la Academia sueca, han realizado contribuciones cruciales para combatir este tipo de crímenes de guerra.

Denis Mukwege ha dedicado su vida a atender a estas víctimas, mientras que Nadia Murad se ha convertido en la voz de las víctimas de esta clase de abusos. Mukwege ha atendido como médico a cientos de víctimas de violencia sexual en la República Democrática del Congo en el hospital Panzi, fundado en Bukavu en 2008. El ginecólogo “es el principal y más unificador símbolo, nacional e internacional, en la lucho por el fin de la violencia sexual en la guerra y los conflictos armados”, dice la academia.

Por su parte, Nadia Murad es ella misma una víctima de crímenes de guerra. Rechazó aceptar los códigos sociales que instan a las mujeres a permanecer en silencio y avergonzadas de los abusos de los que han sido objeto. Mostró, dice la Academia, un coraje fuera de lo común al recopilar sus sufrimientos y hablar en nombre de otras víctimas.

Murad es miembro de la minoría yazidí en el norte de Iraq, donde vivía en el remoto pueblo de Kocho. En agosto de 2014 Estado Islámico dirigió un brutal y sistemático ataque en los pueblos del distrito de Sinjar, donde exterminaron la población yazidí. En la aldea de Murad, varios cientos de persona fueron masacradas. Las mujeres jóvenes, incluidas las madres, fueron reclutadas como esclavas sexuales. Como cautiva, Murad fue víctima de continuas violaciones y abusos.

Se estima que Murad es una de las 3.000 mujeres yazidíes que se vieron en su misma condición.

La Academia sueca recuerda que durante este año se cumple una década de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que dictó que la violencia sexual usada como arma en conflictos armados supone un crimen de guerra y una amenaza para la paz y la seguridad global.