Tal parece que el camino para que Elba Esther Gordillo asuma nuevamente el control del magisterio, directa o indirectamente, continúa construyéndose desde el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, que a partir del 1º de diciembre entrará en funciones, así lo deja ver el ofrecimiento del futuro presidente para que su gobierno funja como mediador, como jueces, para lograr una elección democrática en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Luego de que en reuniones por separado el secretario general, Alfonso Cepeda Salas, aceptó el voto universal “porque tenemos la mayoría”, mientras el grupo de Gordillo Morales lo desconoció como dirigente nacional.

López Obrador pidió que ambas corrientes lleguen a un acuerdo, asimismo intercedió para que incluyan a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), pues sería un ejemplo de democracia en este sindicato tan importante.

Aseguró que no se resuelve nada con la confrontación, con aferrarnos a lo que ya no corresponde con los nuevos tiempos, “no se puede poner vino nuevo en botellas viejas”.

El próximo mandatario advirtió a los mentores que si no hay condiciones, su gobierno se retirará, ya que no se puede involucrar en conflictos. Dijo que se espera tener un acuerdo previo donde participen “sin cargar los  dados, sin inclinarnos a favor de nadie, sino que se cuide y respete la voluntad de todos los maestros. Si en eso podemos ayudar, cuenten con nosotros”.

Afirmó que de lograrse este acuerdo entre las tres corrientes que se disputan el control del magisterio, los mediadores serían los próximos secretarios de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, y de Educación, Esteban Moctezuma Barragán.

De reunión en reunión

Por otra parte,  en  su casa de transición, Andrés Manuel López Obrador sostuvo una reunión privada con integrantes de Maestros por México (MxM), a fines a Elba Esther Gordillo.

Al finalizar el encuentro, Dominga Escobar Luis, representante de MxM en Oaxaca, informó que el planteamiento que se puso sobre la mesa fue la realización de un congreso en enero para la elección del nuevo dirigente a través del voto libre de todos los docentes.

Asimismo, la dirigencia nacional del SNTE, encabezada por Alfonso Cepeda Salas, citó los acuerdos del 47 consejo nacional, en donde por estatuto se ratificó que el secretario general, un servidor, asume las funciones de la presidencia y sigue desempeñándose como secretario general.

Ante estas dos posturas, ya en reunión con la cúpula del SNTE, el mandatario electo reiteró que su administración será respetuoso de la autonomía sindical. “Nosotros no vamos a intervenir”, garantizó.

Pidió analizar su propuesta, aunque aseguró que no será fácil llevar a un acuerdo en el magisterio, pero se debe intentar y procurar la unidad al poner por delante los intereses generales.

Tras expresar su beneplácito con esa reunión, destacó que siempre hubo un sindicalismo de Estado, hablando en plata, y ahora no lo habrá, “no habrá línea. La línea es que no hay línea”.

Garantizó que su gobierno no se meterá en la vida interna de las organizaciones sindicales, tiene que ser los maestros, los que de manera independiente, libre, decidan quiénes van a ser sus representantes.

Al resaltar el respeto a los maestros, dijo que “por eso a veces me enoja, me choca estos tecnócratas corruptos”.

Añadió que son los trabajadores de la educación  los que debe decidir su vida interna, que no intervenga nadie extraño, “que sean ustedes los trabajadores y está la garantía que no va a intervenir el gobierno federal y si no interviene el gobierno federal no tiene por  qué intervenir los gobiernos estatales ni ninguna otra autoridad”.

Plateó que en magisterio debe aplicarse el “voto secreto y la igualdad”, porque su gobierno sí está interesado en que haya, democracia sindical.


(Con información de La Jornada y SNTE)