Las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública que fueran aprobadas hace unos días por la mayoría morenista en la Cámara de Diputados —con el voto en contra de la oposición— y cuyo proceso legislativo considera la bancada panista que es ilegal e inacabado, pone de cabeza el poder que ejercerán los gobernadores de las diversas entidades frente a la supremacía que tendrán los superdelegados.

De acuerdo con la iniciativa que ahora pasa al Senado para su discusión y segura aprobación, los superdelegados ya no tendrán límites en su mandato pues se eliminaron los requisitos para su nombramiento y estarán directamente subordinados al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien podrá designar a quien quiera sin ninguna restricción y ejercerá un férreo control sobre ellos.

Además, ya no hay candados que impidan que estos se postulen como candidatos a la gubernatura. En su mayoría son dirigentes de Morena en los estados y excoordinadores de la campaña presidencial.

Desde julio pasado, López Obrador ya había anunciado la desaparición de los delegados de las secretarías y dependencias federales en los estados y nombraría a un superdelegado por entidad, nombrando a Gabriel García Hernández que se entenderá con los superdelegados.

Siempre! platicó con la combativa diputada panista Adriana Dávila quien, durante la sesión donde se discutieron las reformas a la ley, calificó a la bancada morenista de sumisa y que le quería dar de regalo al presidente electo una nueva ley en la materia, ”no le están dando un buen instrumento a cambio, le están concediendo autoritarismo, corrupción, control y demasiada soberbia”. Esta es la entrevista.

Mezcla peligrosa de funciones y atribuciones

¿Qué opina sobre este proceso legislativo y las facultades dadas a los superdelegados?

De ser los candidatos a las gubernaturas morenistas en su mayoría, de pronto se convirtieron en expertos en seguridad, en salud, en educación y en lo que quieras. Les hacen un traje a la medida donde les quitan todos los requisitos establecidos en lo relativo al servicio civil de carrera, cuando deben tener cierto perfil y también experiencia.

Además les dan poderes ilimitados porque los convierten en los que van a manejar programas para el desarrollo y el bienestar, además de que los van a usar también para ser secretarios técnicos de los consejos estatales de seguridad. Imagina lo grave que es que, adicional a que repartan dinero, sean los que tengan toda la información sobre cuestiones de inteligencia de algunos estados, que pudieran usar para su propio beneficio para detrimento o cooptación de ciertos grupos para beneficio electoral.

Es una mezcla sumamente peligrosa de atribuciones y funciones, que están mezclando tan descaradamente en una forma electoral. Si nos escandalizábamos con las estructuras que el PRI clientelarmente manejaba, esta situación hoy es una grave realidad que ni siquiera se preocuparon de medio disfrazar.

Hoy la pregunta sería: ¿para qué existen los gobernadores?, si además con el argumento de que López Obrador ganó con 30 millones de votos, ya se convirtió en el que va a poder hacer todo, solo esperararíamos que haga una nueva Constitución, porque la actual carta magna todavía nos puede proteger de las arbitrariedades y del abuso de poder de ciertos gobernantes.

¿Con estas reformas se adelgaza la burocracia?

No se adelgaza, es importante decirlo, es una falacia. Cuando se pide al Centro de Estudios para las Finanzas Públicas la opinión respecto del costo presupuestal, resulta que el argumento que en general nos dan es que se queda el mismo presupuesto, pero adicional nos dicen que no saben cuánto va a costar porque todavía no existe esa figura o no sabemos cómo va a operar porque les dan facultades adicionales para que, en sus reglamentos y en otros ordenamientos, pueden armar la estructura que ellos consideren.

Esto resulta muy grave; si ya teníamos el ejemplo de: yo soy el pueblo, yo no me pertenezco sino al pueblo y yo soy como Hugo Chávez, esto lo ha dicho con las mismas palabras López Obrador. De verdad, cuando la gente piensa que estamos exagerando respecto de decir que íbamos rumbo a Venezuela, ya están las primeras señales y no son las más adecuadas.

Además hay un juego perverso que se hace desde el Senado para aparentemente decir que hay independencia respecto del Poder Legislativo, que son poderes distintos con iniciativa y sale el presidente electo diciendo: yo no he dicho nada. Nadie se lo cree, es una simulación y una burla a la inteligencia de los mexicanos.

Luego está la marcha hecha recientemente donde se le dijo que haga bien las consultas y ellos responden anunciando que van otras consultas, como las del tren Maya. No tenemos duda de que estamos viendo nacer la dictadura obradorista, no tenemos ninguna duda.

Confusiones en seguridad pública, nacional e interior

En la entrevista, la legisladora tlaxcalteca señala que aunque en la bancada de Morena hay voces autorizadas con experiencia legislativa, han sido evidentes los errores en los procesos legislativos donde hay novatez, ignorancia y donde abundan los errores de diseño legislativo, de ortografía y, lo más grave, apunta, de ocurrencias que son muy graves y que pueden llevar a las instituciones del país a un colapso.

Dávila criticó acremente la ausencia de diferenciación entre los conceptos de seguridad pública, interior y nacional y la concentración de atribuciones que se le otorgan a la Secretaría de Seguridad Pública, en donde lo mismo se atiende a temas inteligencia, protección civil —desastres naturales— que de atención de centros penitenciarios.

“Al confundir en esa iniciativa seguridad pública, seguridad nacional y seguridad interior, lo que hacen es que es la Secretaría de Seguridad que está queriendo conformarse de Protección Ciudadana, le pasan todas las atribuciones, incluyendo las de seguridad nacional, para que el nuevo titular lo mismo deba atender un incendio, una pandemia o un ataque terrorista, hasta lo relativo a delitos, lo cual resulta incompatible. Son cosas completamente distintas”.

“También le pasan el aparato de inteligencia, el tema no es que deba haber una comisión de investigación, nosotros creemos en la conformación de una policía de investigación más especializada, mucho más fortalecida y nos parece que la inteligencia del Estado mexicano no puede estar en la Secretaría de Seguridad Pública, por la cantidad de temas que manejan”.

“Un ejemplo, hoy tenemos caravanas que están avanzando por el país que provienen de nuestra frontera sur. Imagínate que en este grupo se pudieran estar vinculando grupos con otra naturaleza, que tienen que ver con la seguridad pública con y la comisión de delitos. Tendríamos que estar esperando que el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana —como le llaman— pueda estar atendiendo.

Si hubiera una inundación, un desastre natural, un terremoto o un tsunami, los tendría que atender el secretario de Seguridad Pública, o atiende los delitos o los desastres naturales. Nos parece verdaderamente grave, porque pone a la Secretaría de Marina y al Ejército mexicano, en un nivel verdaderamente complicado porque tendrían que esperar la voz suprema de un civil”.

“Respecto de los temas de seguridad nacional, la Suprema Corte de Justicia está discutiendo desde hace muchos meses pero seguramente en estos días se pronunciarán respecto a la inconstitucionalidad de la Ley de Seguridad Interior. Por estas confusiones que legislativamente se cometieron. ¿Qué va a pasar si la Suprema Corte de Justicia declara inconstitucional esta iniciativa?, ¿cuál va a ser el papel del Ejército y la Marina?, ¿se va a aprobar un instrumento con esas fallas?”

Renuncias en órganos autónomos

La diputada opinó sobre las recientes renuncias de funcionarios de órganos autónomos como la Comisión Nacional de Hidrocarburos que solicitara Rocío Nahle, próxima titular de Energía, y en el caso del subgobernador de Banxico Roberto del Cueto, por cuestiones de salud.

“En el caso de Juan Carlos Zepeda —dice—, que aceptó su renuncia voluntariamente. Dos errores, una actitud débil de quien fue nombrado por el Senado y que tendría que defender una institución que termina en unos meses. El nombramiento no es de las personas sino de las instituciones y es importante entenderlo, pero es una actitud totalitaria, autoritaria terrible de quienes están por entrar, Rocío Nahle es un ejemplo, pero qué decir del próximo secretario de Comunicaciones y Transportes y el próximo jefe de la oficina, ni para dónde voltear”.

¿Y sobre la renuncia del subgobernador de Banxico por cuestiones de salud?

Sí, pero no es la salud de Banxico ni la salud del país. Quién se va a aventar a afrontar la responsabilidad en este desastre que está por venir, y si no somos capaces de poner un alto todos, ciudadanos, medios de comunicación, oposición, que nos pueda gustar o no, pero por lo menos son ciertos equilibrios.

Puedo entender que los ciudadanos estén enojados por los errores que cometimos y hay que hacernos responsables, aunque esa responsabilidad la pagamos en las urnas, pero lo cierto es que también fue alimentado con una campaña de 18 años de odio de los políticos que hoy están en el gobierno electo. Insisto, López Obrador prometió futuro y nos está dando una regresión del México de los años setenta, peor que el PRI.