Heidy Maurell Lara

La Habana (PL).- Cuba podría sumarse a los países que admitieron el matrimonio entre personas del mismo sexo, si tal y como sugiere el proyecto de una nueva Constitución, fuera aprobado en el referendo previsto para febrero del año próximo.

El artículo 68 del texto sometido a consulta popular para enriquecerlo reconoce el matrimonio como “la unión voluntariamente concertada entre dos personas con aptitud legal para ello”, mientras que la Carta Magna vigente desde 1976 establece que es la unión entre un hombre y una mujer.

Sin embargo, las reuniones en barrios y centros de trabajo y estudio —convocadas del 13 de agosto al 15 de noviembre— han arrojado que no existe en la sociedad un consenso sobre el tema.

De acuerdo con Marcela González, vicejefa del equipo nacional de procesamiento de las opiniones de la población, el artículo 68 está entre los que más intervenciones genera, ya sea para modificarlo o para comentar al respecto.

Algunos respaldan la iniciativa bajo el argumento de que no le quita derechos a nadie y sí se los otorga a muchos seres humanos, pero otros esgrimen principios religiosos y visiones que los llevan a rechazarla.

Sobre la cuestión, la diputada Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), manifestó ante el pleno de la Asamblea Nacional del Poder Popular que con esta propuesta, la nación se consolidará entre los países de vanguardia en el reconocimiento y la garantía de los derechos humanos.

El matrimonio no es solamente para tener hijos, el primer propósito es convivir y es solo posteriormente la reproducción, estamos proponiendo que todas las familias tengan los mismos derechos, precisó.

Castro Espín opinó que la sociedad cubana vive un momento favorable para el diálogo abierto, con conocimiento acerca de la necesidad de proteger a personas que deseen unirse legalmente.

En ese sentido, manifestó su aspiración de que en la consulta popular, la mayoría sea capaz de entender el paso tan importante que está dando el país en el campo de los derechos humanos.

A nivel mundial más de 20 países han aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo, ya sea en los parlamentos o mediante sentencias de los tribunales supremos.

Debate popular

El artículo 68 generó polémica y discusiones en la consulta, un escenario que garantiza se cumpla el propósito de propiciar el debate popular alrededor de la nueva Constitución, identificada como una necesidad de cara a la importancia de poner la ley de leyes a tono con la realidad de un país empeñado en actualizar su modelo socio-económico.

Los debates constitucionales representan una oportunidad de ejercicio democrático y pedagógico para emitir criterios y respetar las opiniones diferentes, de las cuales saldrá sin dudas un texto fortalecido, manifestó a Prensa Latina Manuel Hernández, un ingeniero residente en la capital.
Hernández es de los cubanos que no respalda el matrimonio entre personas del mismo sexo, y su argumento es “que la sociedad no está aún preparada para ello”.

En las reuniones en barrios y centros de trabajo y estudio se han expresado diversas preocupaciones, y las principales giran en torno a la adopción por padres homoparentales, la educación de los niños en este ambiente, los efectos negativos en la natalidad del país y la proliferación de la reproducción asistida en lugar de la reproducción natural.

El doctor Alberto Roque, presidente de la sección Diversidad Sexual de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad, se pronunció en un foro debate realizado en medios locales sobre los estudios publicados acerca de la crianza de niños por parte de padres homoparentales.

“Los estudios internacionales han demostrado que los hijos de padres homosexuales no desarrollan trastornos psicológicos por esta razón y al comparar dichos resultados con familias de padres heterosexuales no muestran diferencias significativas”, abundó.

En Cuba conocemos casos de hijos que han crecido y se han educado dentro de familias homoparentales y son felices, con estabilidad psicológica y en la mayoría de los casos, con orientación heterosexual, dijo.

Más allá del debate en curso en el contexto de la construcción de una nueva Carta Magna, sí parece existir consenso respecto a la importancia del diálogo y del respeto a las diversas opiniones, en aras de una convivencia civilizada.

En el tema referencia, una de las prioridades fijadas en el país es la educación de la población, labor en la cual juega un papel clave el Cenesex, entidad que coordina el Programa Nacional de Educación Sexual con los organismos del Estado y organizaciones de la sociedad civil.

Desde la enseñanza pre-escolar se incentivan elementos culturales y valores humanos, y aunque no se imparte una asignatura relacionada, se propone erradicar los prejuicios y creencias estereotipadas, el rechazo, la exclusión y la discriminación.
No se trata de que la sociedad cubana esté preparada o no, sino de transformarla y sin importar modelos externos, insistió Roque.

Abogacía 2018

El contexto del Congreso Internacional Abogacía 2018, celebrado en la capital cubana a mediados de octubre, fue propicio también para el debate del nuevo proyecto de Constitución por sus más de mil delegados de 17 países.

El presidente del comité organizador del evento y de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos de Cuba, Ariel Mantecón, explicó a Prensa Latina que el proyecto es actualizado y moderno, y lo describió como un árbol del que se desprenden muchas ramas y todas tributan a su raíz.

Mantecón resaltó que algunas de las principales reformas del texto radican en el modelo de derechos humanos y constitucionales de los ciudadanos, entre ellas la incorporación de la no discriminación por sexo, género y orientación sexual, así como la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.