En la larga lista de personajes que testificarán en el juicio de Joaquín “El Chapo”, Guzmán, que se celebra en Brooklyn, tocó el turno al narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, alías “El Chupeta”, quien testificó haber matado y ordenado matar a 150 personas, así como los cientos de miles de kilos de cocaína que envió al narcotraficante mexicano para que la transportara a Estados Unidos.

Durante el juicio el ex líder del Cártel del Norte del Valle y quien lleva diez años preso en el vecino país, explicó cómo conoció a “El Chapo” y cómo ambos manejaban su negocio multimillonario. Señaló que pese a que Guzmán se quedaba con un porcentaje más alto de su cocaína que otros traficantes, era el más rápido en transportarla.

Según lo contado por “El Chupeta”, conocido por su cara desfigurada, debido a varias operaciones de cirugía plástica que hizo para evadir la justicia, el capo mexicano tenía las rutas más seguras porque tenía comprados a muchos funcionarios, y así quedó comprobado cuando el mexicano logró transportar a Estados Unidos los primeros 4 mil kilogramos de cocaína enviados por el colombiano sin problema alguno.

La droga, dijo, iba normalmente a Los Ángeles y “El Chupeta” se encargaba después de vender una parte en Nueva York.

Juan Carlos Ramírez contó que durante su primera reunión, en 1990, con Joaquín Guzmán, en un hotel de la  Ciudad de México, hablaron de la cantidad de aviones que se necesitarían, las pistas clandestinas que podrían usar, y la posibilidad de enviar un piloto para  que las identificara, entre otros temas relacionados con sus operaciones ilícitas.

Señaló que la ubicación de las pistas determinaba la cantidad de droga a transportar. Cuando más corta era la distancia, más cocaína podía cargar en el avión desde Colombia a México. Dijo que había  pistas en los estados de Sonora, Durango, Sinaloa y Nayarit.

Quién es “El Chupeta”

Fue miembro de la Marina en Colombia, se introdujo en el mundo del narcotráfico en la década de 1980. Desde entonces y hasta 2007, año en que fue arrestado en Brasil, traficó unos 400 mil kilos de cocaína hacia Estados Unidos.

En 2004 mató a una persona con una pistola, disparándole a la cara. Algunas de las 150 personas que dijo que ordenó matar se encontraban en Norteamérica.

Se sometió a operaciones de cambio de mandíbula, ojos, orejas y nariz, entre otras partes de su cara, para evitar ser reconocido por la policía.

Fue extraditado desde Brasil a Estados Unidos en 2008.

(Con información de El Universal)