El presidente francés, Emmanuel Macron, consideró este domingo que la defensa del multilateralismo es una de las lecciones de la Primera Guerra Mundial y contrapuso las virtudes del patriotismo al nacionalismo.

“El patriotismo es justo lo contrario del nacionalismo. El nacionalismo lo traiciona”, afirmó Macron en un discurso ante cerca de 70 jefes Estado y de Gobierno durante la ceremonia de conmemoración del centenario del armisticio de la Gran Guerra en el Arco del Triunfo de París.

Celebró el patriotismo de quienes combatieron en esa contienda, detrás del cual había una “visión de Francia como nación generosa, portadora de valores universales” y dijo que fueron “esos valores los que hacían su fuerza, porque guiaban sus corazones”.

La lección de la Gran Guerra no puede ser el rencor de un pueblo contra otro. “La lección de la Gran Guerra –argumentó- no puede ser el rencor de un pueblo contra otro, ni tampoco el olvido del pasado”, sino más bien los intentos que hubo después de 1918 para construir la paz con “las primeras cooperaciones internacionales”.

Por eso, apostó por “un mundo en el que la amistad entre los pueblos le pueda al ardor guerrero”, y en el que “las instancias y los foros permitan a los enemigos de ayer establecer el diálogo”.

“Eso se llama en nuestro continente la amistad forjada entre Alemania y Francia (…). Eso se llama la Unión Europea, una unión libremente consentida nunca vista en la historia, que nos libra de guerras civiles. Eso se llama la Organización de Naciones Unidas, garante de un espíritu de cooperación para defender los bienes comunes de un mundo cuyo destino está indisolublemente unido”.

Macron hizo notar que al final de la Primera Guerra Mundial, la construcción de todas esas instituciones multilaterales fue barrida: “La humillación, el espíritu de revancha, la crisis económica y moral, alimentaron el ascenso del nacionalismo y del totalitarismo”.

Y advirtió de que en la actualidad vuelven a aparecer “los antiguos demonios” y que “la historia amenaza con reanudar su pasado trágico”.

Así que recordó a los dirigentes que le escuchaban su “inmensa responsabilidad” para evitarlo. “Juntos podemos conjurar esas amenazas que son el espectro del cambio climático, la pobreza, el hambre, la enfermedad, las desigualdades y la ignorancia. Hemos empezado esta lucha y la podemos ganar. Continuemos porque la victoria es posible”, dijo.

El presidente francés terminó su discurso con un “¡viva la paz y la amistad entre los pueblos!” y un “¡viva Francia!”.

Más de 70 jefes de Estado y de Gobierno acudieron a París

Cerca de 70 jefes de Estado y de Gobierno asistieron a la ceremonia conmemorativa del centenario del armisticio entre las Potencias Aliadas y Alemania de la Primera Guerra Mundial que se celebra en el Arco de Triunfo de París.

Felipe VI y Pedro Sánchez llegaron al Palacio del Elíseo, donde fueron recibidos por el presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa Brigitte. El Rey fue el penúltimo de los invitados en pasar por el Elíseo, justo antes de la canciller alemana, Angela Merkel, e inmediatamente después del rey de Marruecos, Mohamed VI.

Por el contrario, algunos jefes de Estado, como el estadounidense Donald Trump o el ruso Vladimir Putin, se dirigieron directamente al Arco del Triunfo sin pasar previamente por el Palacio del Elíseo.

Macron es el maestro de ceremonias en unos actos que comenzaron unos minutos después de las 11:00 horas y en los que también participan una quincena de dirigentes de organizaciones internacionales.

La mayoría de los mandatarios recorrieron a pie, bajo la lluvia, unos metros de la avenida de los Campos Elíseos para llegar hasta el Arco del Triunfo, donde les esperaban otros jefes de Estado.

En los prolegómenos de la ceremonia, dos militantes del colectivo Femen protagonizaron un incidente al saltarse las barreras e irrumpir con el torso desnudo en los Campos Elíseos al paso de la caravana en la que viajaba Trump. Las fuerzas del orden francesas las redujeron rápidamente y las sacaron al exterior del cordón de seguridad.

Cerca de 10.000 agentes han sido movilizados para garantizar la seguridad en París en esta jornada.

Macron comenzó los actos, seguido por su primer ministro, Édouard Philippe, y su ministra de Defensa, Florence Parly, con una breve revista de tropas y un homenaje a la bandera mientras sonaba el himno nacional francés, “La Marsellesa”.

El acto más solemne, junto al discurso del jefe del Estado francés, será el recuerdo a los muertos en la Gran Guerra en el lugar donde se encuentra el monumento al soldado desconocido.

Después del acto, Macron ofrecerá un almuerzo en la sede de la Presidencia de la República para sus invitados internacionales