Rusia mantiene su pulso. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov,considera que la Unión Europa tendría que enviar “un mensaje fuerte a Kiev” para evitar nuevos incidentes como el que se produjo en estrecho de Kerch entre barcos militares de Rusia y de Ucrania.

Lavrov, que compareció ante la prensa en París junto a su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, insistió en que no ve “necesidad de mediadores” en el contencioso abierto por ese incidente con Ucrania e insistió en que es ese país el responsable de que se hubiera producido.

“Este incidente lo provocó conscientemente Ucrania” -ha asegurado el ministro ruso- “ya que si sus barcos hubieran utilizado otra vía habrían podido navegar por ese estrecho cercano a Crimea“, la península ucraniana que Rusia se anexionó unilateralmente en 2014.

El jefe de la diplomacia rusa ha desacreditado a todas las organizaciones supranacionales que se han posicionado a favor de Kiev, señalando que ni el Consejo de Seguridad de la ONU, ni la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, ni otras instancias internacionales son pertinentes para solucionar esta cuestión. Tampoco se privó de corregir a la UE, que localiza el enfrentamiento en el mar de Azov, y dijo que ocurrió en el mar Negro.

Francia pide “calma y contención”

Le Drian, por su parte, reclamó contención y “calma” a las dos partes y estimó que “este incidente se debe en parte a la fuerte militarización de la zona”. Dijo que espera “un gesto de Rusia, que consista en la liberación de los marineros ucranianos apresados en la operación del domingo, y también que llamará a su homólogo ucraniano para que “contribuya a la desescalada”.

Los guardacostas rusos apresaron entonces tres barcos de la Armada ucraniana e hirieron a varios de sus tripulantes a los que acusaron de haber violado sus aguas territoriales al dirigirse al estrecho de Kerch. Para Francia, eso fue “consecuencia directa” de la anexión de Crimea, que se hizo “violando el derecho internacional”.

Sobre el conflicto armado en el este de Ucrania con separatistas prorusos, junto a la frontera rusa, Lavrov exigió que se apliquen los acuerdos de Minsk suscritos por Moscú y Kiev “en su integridad”. Lo que a su juicio implicaría que las autoridades ucranianas acaben con la “violación de los derechos de las minorías nacionales” en esos territorios.