El módulo espacial InSight ha logrado posarse sobre la superficie marciana tras superar los fatídicos “siete minutos de terror”.

Los “siete minutos de terror” son los más delicados de la misión, cuando atraviesa la atmósfera a casi 20.000 kilómetros por hora y en ese tiempo ha de reducir su velocidad a solo cinco kilómetros para poder posarse con seguridad en la superficie marciana. “Es una de las partes más intensas de mi misión. Empieza cuando llegue a la zona alta de la atmósfera marciana y dura unos seis minutos y medio, hasta que aterrice con seguridad”, explicó hace unas horas InSight junto a una de las muchas recreaciones del momento que ha subido a su Twitter.

Se trata de un proceso que puede calificarse de cualquier cosa menos fácil. De hecho, el módulo Schiaparelli del proyecto ExoMars no superó esa complicada fase y acabó hecho pedazos contra el planeta rojo en octubre de 2017.

La sala de control del Laboratorio de Propulsión de la NASA en Pasadena (California, EE.UU.) recibió este lunes a las 11.53 horas local (19.53 GMT) la señal de que InSight se había posado en Marte. “Te siento, Marte. Y pronto conoceré tu corazón. Con este aterrizaje a salvo, estoy aquí. Estoy en casa“, dijo en su perfil oficial de Twitter el módulo InSight. Los científicos y técnicos del organismo espacial reaccionaron con una gran alegría, aplausos y abrazos colectivos a la esperada noticia de que InSight había concluido su viaje espacial con éxito.

Además, la NASA recibió a las 11.58 hora local de Pasadena (19.58 GMT) la primera fotografía enviada desde Marte por InSight. Y es que el InSight culminó con su amartizaje un viaje de 485 millones de kilómetros, los que separan la Tierra de Marte, que arrancó el pasado 5 de mayo cuando despegó de la Base Aérea Vandenberg en California. Y a diferencia de otras misiones anteriores de la NASA centradas en la superficie o la atmósfera de Marte, el InSight tiene como principal propósito estudiar el interior del planeta para conocer más acerca de su composición y evolución.

Con ese objetivo, InSight cuenta, entre otros instrumentos, con un sismógrafo y una sonda que medirán la actividad y la temperatura internas del planeta, respectivamente. En este aspecto resultará trascendental la labor de una excavadora mecánica, incluida en el módulo, que perforará hasta unos cinco metros de profundidad en la superficie marciana. Finalmente,se ha posado e instalado en una zona plana de Marte conocida como Elysium Planitia, donde realizará su actividad investigadora. Dispondrá, según los cálculos, de dos años de operatividad en el planeta rojo.

Separados al nacer

Marte y la Tierra son como dos hermanos a los que separaron tras nacer. Hubo un momento en que su parecido era extraño: ambos planetas eran cálidos, húmedos y envueltos en atmósferas espesas. Sin embargo, hace 3 o 4 mil millones de años, estos dos mundos tomaron caminos diferentes. E InSight ayudará enormemente a explicar por qué.

Pronto podremos saber por qué se fueron por caminos separados. La nave espacial InSight de la NASA llegará al Planeta Rojo el lunes 26 de noviembre y permitirá a los científicos comparar la Tierra con su hermano oxidado como nunca antes.

InSight no buscará vida en Marte, pero ayudará a estudiar sus entrañas, lo que permitirá a los científicos comprender mejor cómo influye la composición inicial de un planeta en el desarrollo posterior de vida.

“La Tierra y Marte fueron moldeados a partir de cosas muy similares”, explica Bruce Banerdt, investigador principal de InSight en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, que lidera la misión. No obstante, Banerdt se pregunta “¿por qué los planetas terminados se volvieron tan diferentes?” De las mediciones que tome esta sonda depende algo tan importante como que sepamos diferenciar por qué la Tierra sigue siendo un vergel miles de millones de años después y, sin embargo, Marte lleve muerto otro tanto.

Capas y capas

Hace mucho tiempo, Marte dejó de cambiar, mientras la Tierra seguía evolucionando. Nuestro planeta desarrolló una especie de “cinta transportadora” geológica que Marte nunca tuvo: las placas tectónicas. Cuando convergen, pueden empujar la corteza hacia el planeta. Cuando se separan, permiten que emerja una nueva corteza. Este batido de material trae más que solo roca a la superficie. Algunos de los ingredientes más vitales de la vida son los llamados volátiles, que incluyen agua, dióxido de carbono y metano. Debido a que se convierten fácilmente en gas (eso es lo que los hace volátiles), pueden ser liberados por acción tectónica.

El hecho de que Marte no tenga placas tectónicas sugiere que su corteza nunca fue reciclada al interior del planeta. ¿Podría depender la apariencia de vida de si las placas tectónicas están presentes para agitar los volátiles?

“Una de nuestras preguntas clave con respecto a la habitabilidad es: ¿cuáles son las condiciones clave que necesitan los planetas para que se forme la vida?” señala Sue Smrekar, investigadora principal adjunta de InSight en JPL. “La comprensión de los bloques de construcción iniciales de un planeta establece el escenario de cómo los procesos que afectan el entorno evolucionan con el tiempo”.

Gracias al sismómetro con el que está equipada, InSight podría ayudar a aclarar algunas de estas preguntas. Comprender la estructura geológica del planeta ayudará a los científicos a retroceder en el tiempo, llegando al mismo origen del planeta, del que hasta ahora sólo hay teorías.

Marte candente

Todo planeta rocoso posee una reserva de calor en su interior. En ocasiones queda atrapado cuando se forma; aunque el resto suele provenir de materiales radioactivos que se descomponen con el tiempo. Ese calor luego se abre paso gradualmente hacia la superficie, derritiendo capas de roca, fracturando la corteza y creando volcanes que emiten gases volátiles.

El calor es importante por varias razones. Podría haber creado aguas termales al principio de la historia marciana, calentando el subsuelo desde abajo. Podría haber arrojado vapor desde los volcanes para luego condensarse en arroyos y océanos.

Al medir la temperatura interna de Marte con una sonda, InSight podría ayudar a explicar cómo el calor formó la superficie del planeta, haciéndolo más o menos habitable con el tiempo.