Irene Selser

Participar en la FIL Guadalajara no deja de ser un gozo para el espíritu y el intelecto, además del encuentro con viejos y nuevos amigos, colegas de las letras y el periodismo. No nos quedó debiendo tampoco ahora esta 32 edición de la Feria Internacional de Libro de Guadalajara, dedicada a Portugal, en cuya literatura “como en su vida, tierra de navegantes, están presentes el océano y las remotas aventuras del África, de la China y del Brasil”, en palabras de Jorge Luis Borges.

Pero también la poesía, las renovadas banderas del mejor feminismo de América y Europa y la nueva literatura que se gesta en Centroamérica tuvieron su protagonismo del 24 de noviembre al 2 de diciembre junto a la presentación de otras figuras del mundo de la literatura, la historia, la música, el circuito editorial y las caricaturas. El público infantil y juvenil, que en los últimos cuatro días volvió a inundar por millares la Feria, también tuvo su fiesta cultural.

La FIL dio acogida por tercer año consecutivo a “Nombrar a Centroamérica porque Centroamérica Cuenta”, una iniciativa creada en 2013 y presidida por el Premio Cervantes de Literatura, el nicaragüense Sergio Ramírez para proyectar y difundir la narrativa de esa región. Por la situación de represión en Nicaragua, el festival Centroamérica Cuenta canceló su sexta edición en ese país pero tendrá lugar del 13 al 17 de mayo de 2019 en San José, en el marco de la Feria Internacional del Libro Costa Rica, informaron sus organizadores

A la fecha, el encuentro literario de Ramírez ha convocado a casi 500 escritores, periodistas y editores de América Latina, Europa y Estados Unidos. En esta FIL, hubo tres actividades donde se habló de creación, publicación y gestión cultural en la “cintura” de América, y se entregó el VI premio Centroamericano Carátula de Cuento Breve al salvadoreño Alejandro Córdova, quien recibió una escultura del poeta Ernesto Cardenal y tendrá una residencia de escritor de un mes en Monterrey, Nuevo León, como huésped de la UANL.

El festival Centroamérica Cuenta también sirvió para dialogar sobre la realidad y la cultura centroamericana, que “sigue siendo una especie de tierra incógnita, a pesar de ser una literatura rica y diversa”, afirmó Sergio Ramírez.

La también incansable poeta y novelista nicaragüense Gioconda Belli, miembro del consejo consultivo de Centroamérica Cuenta, participó con él en un diálogo moderado por el escritor Pedro Ángel Palau en un salón repleto. Ante centenares de oyentes, Belli y Ramírez hablaron de la situación en Nicaragua y respondieron las inquietudes de los participantes, en primer lugar cómo un antiguo líder sandinista, que presidió la revolución de 1979-1990, puede devenir en tirano.

Con cientos de muertos, miles de heridos, centenares de presos políticos y millares de refugiados, además de la brutal persecución contra los opositores, el régimen de Daniel Ortega, de 73 años y 11 ininterrumpidos en el poder desde 2007, no ha escatimado fuerzas ni recursos para mantenerse al frente del Estado junto a su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.

Para Belli y Ramírez, cuyas vidas han estado atravesadas por las letras no menos que por la política y el activismo social, la única solución a la rebelión popular espontánea y apartidista que estalló el 18 de abril pasado es un diálogo nacional abierto y franco con los Ortega-Murillo bajo supervisión internacional, a fin de detener la impensable ola de terror y volver a los cauces democráticos.

Belli, autora del exitoso long seller “La mujer habitada”, también presentó en otro foro, con la participación de su compatriota, la periodista y escritora María Lourdes Pallais, su nueva novela Las fiebres de la memoria (Seix Barral). Ante decenas de asistentes, Belli habló de su thriller donde por primera vez encarna una voz masculina, la de Charles Choiseul de Praslin, noble de la corte de Luis Felipe I de Orleans, rey de Francia, acusado de un crimen pasional.

En esta novela, la laureada autora de El país bajo mi piel y El infinito en la palma de la mano se adentra en la leyenda de su misteriosa abuela de Matagalpa, en el norte de Nicaragua, que termina casándose con el fugitivo conde, en el origen de su progenie.

Y en otro espacio para la reflexión política pero también para la defensa de la mujer, Gioconda Belli, a punto de cumplir 70 años aunque su vitalidad y su belleza lo desmientan, se reunió con mil jóvenes en el Auditorio Juan Rulfo; una modalidad destinada a que figuras relevantes puedan conversar con los adolescentes. Un día antes lo hizo la diputada oaxaqueña Eufrosina Cruz, quien los alentó a luchar por sus derechos y sus sueños.

Con Belli, los jóvenes de distintas preparatorias quisieron saber de su país pero también del feminismo, un tema que marcó desde sus inicios a los 20 años la vida literaria de la también presidenta de PEN Internacional sección Nicaragua. La autora reivindicó la lucha de las mujeres, sin excluir de ella a los hombres, ante retos tan universalmente comunes todavía como el abuso sexual, la seducción en los ámbitos de trabajo como otro recurso del ejercicio masculino del poder y compartió el rechazo de un participante al llamado “lenguaje inclusivo”, que obliga a recurrir a la arroba o a los artículos definidos “ellas y ellos” en sustitución del masculino genérico, como si con ello se visibilizara más a las mujeres. El tema es motivo de debate desde hace algunos años y no solo la academia sino también los profesionales de la lengua y los jóvenes que conversaron con Belli en la FIL lo reprueban.

“No lo he incluido en mi literatura ni lo voy a hacer, no me gusta, es más bien un artificio”, dijo Belli, quien con vehemencia criticó al joven que la interrogó cuando este expresó que dicho lenguaje había sido propuesto por “señoras seudointeligentes”. La risa fue general. “No necesariamente son ‘señoras’ en sentido despectivo y mucho menos son ‘seudointeligentes’”, replicó Belli. “En todo caso son mujeres muy inteligentes, comprometidas con la lucha feminista, aunque todavía no hayamos encontrado la mejor respuesta a los problemas que enfrentamos”.

Otra pregunta se refirió al nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que asumiría funciones un día después.

“Les deseo la mejor de las suertes”, dijo Belli con una sonrisa sin comprometer una opinión, pero los alentó a participar de forma activa “porque la democracia es una construcción de todos”. Expresó su esperanza ante el cambio, porque “al fin y al cabo fue elegido por la mayoría de los mexicanos”.

En forma prudente, y porque no se lo preguntaron, omitió referirse a la gran expectativa que hay de parte de la oposición en Nicaragua, ella incluida, de cuál será la posición del gobierno de López Obrador ante la dictadura Ortega-Murillo; uno de los retos, junto a Venezuela, de la política exterior del nuevo gobierno cuando la migración a México de más de un millón de venezolanos y varios miles de los casi 30 mil que dejaron Nicaragua supone de entrada un asunto mayor.

El feminismo también estuvo presente en esta FIL con la presentación del libro Once mujeres que cuentan Erotismo (Ed. Narratio Aspectabilis), una suma de relatos de sendas narradoras de Nicaragua, México y Argentina, entre ellas la nicaragüense Linda Báez Lacayo y la mexicana Ligia Urroz Argüello.

El libro aborda las “aguas siempre revueltas que Eros y Tánatos desde siempre agitan”, en palabras de la poeta nicaragüense Daisy Zamora, que destaca en la edición las virtudes de estos cuentos eróticos reunidos por once escritoras de tres países, “algo que dentro de la literatura latinoamericana no lo encontramos por todas partes, ni tan fácilmente”, añade.

El premio a Ida Vitale y las polifónicas “Juanas”

Dos momentos estelares de la Feria para la Poesía con mayúscula y la escritura universal hecha por mujeres fueron, sin duda, la entrega del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances el sábado 24 a la poeta uruguaya Ida Vitale, espléndida con sus flamantes 95 años, y el jueves 29 la lectura polifónica de las ganadoras del Premio Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz con la participación de 12 de sus 25 ganadoras.

Con el galardón a Vitale “a una edad en la que no espero sorpresas y ustedes me la dan. Casi todo lo bueno me viene de México”, aseguró, la Poesía recobra una pertinencia y una oportunidad excepcionales. Como afirma el editor, traductor y poeta Víctor Manuel Mendiola “en el tiempo de la poesía que ya no es poesía, de los sinuosos poemas de cursilería abstracta, de los poemas basados en ‘hechos reales’ y de la prosa que finge el verso, sus hermosas composiciones sintéticas nos recuerdan que el pasado siempre es nuestro presente”.

Vitale, quien se declara sucesora de la chilena Gabriela Mistral de la cual aprendió que un verso es una arquitectura, “un orden de decir las cosas”, vio coronado el reconocimiento de la FIL, anunciado el 3 de septiembre, con la distinción mayor de la lengua castellana, el Premio Cervantes, otorgado el 15 de noviembre.

Con la moderación de Daniel Centeno, las consagradas escritoras del Sor Juana se declararon las más fervientes “Juanas” y una a una le dedicaron un texto propio a la vida y obra ejemplares de la religiosa jerónima, exponente del Siglo de Oro de la literatura en español y “la primera feminista” de América.

Estuvieron presentes la misma Gioconda Belli y de México Margo Glanz, Angelina Muñiz-Huberman, la primera ganadora del Sor Juana en 1993 con su novela Dulcinea encantada, Ana García Bergua y las dos veces ganadora Cristina Rivera Garza. De Chile participaron Nona Fernández y Tatiana Lobo, de Colombia Laura Restrepo y de España Cristina Sánchez-Andrade y Clara Usón, ganadora del premio este año.

El buen humor y la alegría por la escritura y su condición de mujeres fue la tónica durante casi dos horas de entrega al público, que completó de nuevo el auditorio Juan Rulfo y fue transmitido en vivo por Facebook.

Precisamente en Facebook, la poeta Belli publicó el poema que parafraseó en honor a la rebelde Juana y leyó en la FIL.

Hombres necios (a la manera de Juana)

Hombres necios, atorrantes

Que sois seres tan complejos

De las féminas espejos

Caballeros fascionantes.

Cómo es que el tiempo se ufana
En conservar tan actual
Que en la cama queráis Eva
Y en la calle la modosa y virginal.

Hace ya tiempo salimos 
De la ignorancia forzada 
Ahora estamos dotadas
De todo lo que aprendimos.

Letradas y estudiosas
Indagamos los andamios 
De los antiguos engaños 
Que nos querían sumisas.

Ya no queremos amor 
Que nos obligue a negarnos
Que no sepa conquistarnos 
Y que nos cause dolor.

¡Ah! Mas vosotros qué hacéis
sino seguir empeñados
En continuar aferrados
A las mañas que tenéis.

Mujeres mueren a diario
Por la vuestra calentura 
La fuerza bruta es cultura
Que ensangra los calendarios.

No entendéis que ya el mañana
Con otra filosofía 
Con una gran alegría 
Se metió por la ventana.

No nos pidáis obediencia 
Ni poder detrás del trono 
Dadle a la voz otro tono 
No nos quitéis la paciencia.

No nos toquéis atrevidos 
Sin nuestro consentimiento 
No vale arrepentimiento
Cuando se peca advertido.

Si el amor es compartido
Si el respeto es lo que reina 
Podréis tocarnos las piernas 
Y llegar a nuestro nido.

Cierto que somos distintos 
Más todos habéis salido 
Pequeños y desvalidos 
De la luz de nuestro instinto.

El amor es ancho puerto
Con las luces encendidas
Donde curar las heridas 
Y olvidarse de tormentos.

Al amor os invitamos 
Al placer a la aventura 
De surcar la vida dura 
Sin que ninguno muramos.

Ya van las catorce estrofas 
Me faltan tan solo dos 
Alabado sea Dios
Que Juana no escribió más.

A Laura Niembro le dije 
Que era misión peligrosa 
Pero también deliciosa 
Parafrasear a Sor Juana.

Gran día nos ha tocado 
De rendirle pleitesía 
A la hermosa rebeldía
Que a todas nos ha legado.