A principios de septiembre de 2017 recibí en mi celular dos llamadas que no consignaban el nombre de quien me buscaba. Era el clásico número desconocido. Contesté la segunda llamada y una voz medio termblorosa me dijo: “Te recomiendo que no te vuelvas a meter con Alejandro Quintero o atente a las consecuencias”. Días más tarde, Federico Arreola me comentó que también recibió llamadas anónimas que lo prevenían de no meterse con Quinter

Finalmente, me llamaron de un teléfono que era de la oficina de Alejandro Quintero para dejarme el mismo recado. Yo le contesté que quería hablar con Quintero y ya se dejaran de esas amenazas infantiles. Arreola me dijo que sería conveniente que viera al entonces subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Roberto Campa Cifrián.

Solicité una audiencia con Campa. Acudí en la fecha que me indicaron. Estaban una representante de la CNDH encargada de las amenazas a periodistas, un funcionario de la PGR que tenía la misma misión con respecto de los comunicadores. Le mostré al grupo reunido por Campa los registros de las llamadas anónimas y el número que presuntamente era de la oficina de Alejandro Quintero. Campa llamó y le dijeron que efectivamente era la oficina de Quintero, pero que no se encontraba localizable. Ya casi al finalizar el mes, Campa me dijo que le llamaron de Los Pinos para decirle que ya no le moviera al asunto de Arreola, Camacho y Quintero.

El representante de la PGR me sugirió que iniciara una denuncia por amenazas contra quien resultara responsable. Arreola y yo acordamos no denunciar ya que Quintero se ostentaba como el cerebro gris de Los Pinos. Nuestra denuncia no iría muy lejos.

Ya en campaña por la presidencia, alguien de Los Pinos mandó a Quintero a la campaña de José Antonio Meade como estratega de imagen. La truculenta y negra historia de Alejandro Quintero es bien conocida en el medio.

Alejandro Quintero fue vicepresidente de Comercialización y Ventas de Televisa hasta diciembre de 2014. Su salida de la televisora fue señalada a que altos ejecutivos de esta empresa supuestamente lo inculparon por realizar una denuncia anónima ante la Comisión de Valores y Cambios de Estados Unidos, en la que detallaba cómo es que esa empresa realizaba el delito de lavado de dinero.

En este sentido, el periodista Raymundo Riva Palacio apuntó en su portal Eje Central lo siguiente: “…el exejecutivo de la televisora, Alejandro Quintero, podría ser el topo con información privilegiada de Alfonso de Angoitia, principal señalado en el texto anónimo”.

Años antes, Reforma señaló que Quintero revendía espacios publicitarios a través de TV Promo, en esa empresa contaba con la colaboración de la publirrelacionista Jéssica de la Madrid.

El jueves 13 de diciembre en votación unánime el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal ordenó una amplia investigación sobre el financiamiento ilegal y violación del modelo de comunicación electoral en relación con la serie “Populismo en América”.

Pésima noticia para el Consejo Mexicano de Negocios, que preside Alejandro Ramírez, pues estuvo montado en esa campaña negra contra Andrés Manuel López Obrador.

Pero peor noticia para Alejandro Quintero, estratega del war room de José Antonio Meade, y a quien el mismo ahora presidente señaló como autor intelectual de la serie que habría tenido un costo de 160 millones de pesos y que no quisieron transmitir Televisa, TV Azteca, Imagen Televisión y Netflix.

Dicen que Quintero ya trae abogado y que ya se fue de México. No cabe duda de que para Quintero ha llegado la hora de pagar sus cuentas pendientes.