El primer ministro de Bélgica, el liberal Charles Michel, presentó este martes su dimisión ante el rey Felipe de los belgas, después de una sesión en el Parlamento federal donde constató que no cuenta con la confianza de la Cámara. Al respecto, el rey Felipe optó por mantener en suspenso su decisión, lo que permitirá llevar a cabo consultas entre los partidos y tratar de encontrar el mínimo común denominador, según el diario “Le Soir”.

El monarca mantendrá reuniones en las próximas horas con los presidentes de los diferentes partidos políticos para tratar de encontrar puntos de encuentro

“He constatado que mi llamamiento no ha convencido. No he sido escuchado. Debo respetarlo y tomar nota de la situación. Tomo la decisión de presentar mi dimisión y mi intención es personarme ante el rey inmediatamente”, dijo Michel en sesión plenaria.

El anuncio tuvo lugar tras la presentación por parte de los partidos socialistas flamenco (SP.A) y francófono (PS) de una moción de confianza, respaldada por los Verdes. Los tres partidos dieron a Michel 48 horas para presentar aclaraciones a asuntos que les planteaban problemas.

El primer ministro belga compareció en sesión plenaria para responder a las preguntas de los diputados sobre su gestión al frente de un Gobierno en minoría, tras la salida del socio mayoritario de la coalición, los soberanistas flamencos de la N-VA, después de que esa formación se negara a apoyar el pacto migratorio de la ONU, que se firmó la pasada semana en Marrakech (Marruecos).

Para tratar de asegurarse el suficiente apoyo, Michel pidió a los parlamentarios formar una “coalición de buena voluntad“, con la intención de continuar con el trabajo político de aquí al 26 de mayo, fecha inicialmente prevista para las próximas elecciones federales.

Propuso en particular una hoja de ruta basada en tres pilares: el poder adquisitivo, la seguridad y el clima. Sin embargo la oposición consideró estas ideas demasiado vagas.