Mientras expertos internacionales se suman a las investigaciones y así esclarecer el accidente aéreo en que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y su esposo el senador Rafael Moreno Valle, el conflicto y la polarización en Puebla no ceden; por el contrario, se agravan.

Una de las primeras interrogantes, luego del rudo recibimiento a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en las honras fúnebres de los panistas, es cómo se manejarán los acuerdos en el Congreso —de mayoría morenista— para elegir al gobernador interino la próxima semana y sobre todo su filiación política. Un conflicto que sigue trascendiendo el ámbito nacional.

El presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a su gabinete y líderes del Congreso a no caer en provocaciones en los debates por la muerte de los políticos poblanos, pero insistió en llamar mezquinos y neofascistas a quienes insinúan la responsabilidad de su gobierno en los decesos, lo que ha sido muy criticado, pues se señala que sigue actuando como líder opositor y no como un jefe del Ejecutivo que promueva la unidad.

Algunos más hacen llamados al manejo quirúrgico que deberá tener Gobernación para evitar que la confrontación que se vive en el ámbito político y que se refleje en la población, porque la sociedad poblana se encuentra muy polarizada.

Los momentos son difíciles

Para el analista y encuestador Roy Campos, es fundamental decantarse por un gobernador imparcial y no imponer a un morenista. Por cortesía, apunta, le tocaría a un miembro de Acción Nacional, sin embargo, dadas las circunstancias sería mejor otro perfil como el del exrector de la Universidad de las Américas, Enrique Cárdenas.

Para el periodista Martín Hernández Alcántara, jefe de información de La Jornada de Oriente, hoy más que nunca se requiere un gobernador interino con oficio político, que sepa negociar. Habla a Siempre! sobre la baraja de posibilidades para asumir la gubernatura interina que hay tanto del grupo morenovallista como del PAN.

“Está el grupo hegemónico que comandaban Rafael Moreno Valle Rosas y Martha Érika Alonso, pero hay que decir que el propio talante autoritario y vertical de Moreno Valle no dejó crecer los liderazgos en torno suyo. Los podemos contar con la palma de la mano y nos sobran dedos. Siempre, en primer lugar era él, enseguida venía Martha Érika, pero aunque está impedido por la ley para hacerlo, una buena carta sería José Antonio Gali Fayad, el hoy exgobernador, que hay que decirlo es muy distinto al estilo de Rafael Moreno Valle, es conciliador, negociador y abierto a la crítica.

“Está Luis Banck Serrato, quien fue el orador principal en las honras fúnebres y un hombre muy cercano a ambos. Tiene buen oficio político, fungió como presidente municipal pues sustituyó a Gali cuando este salta a la gubernatura. Fue impuesto y es un hombre con habilidad, oficio político, con tablas, que podría ser la carta fuerte pero entramos en una discusión con un amigo periodista, si lo mandan como gobernador interino tendrían que ir afinando quién sería el candidato de Acción Nacional.

“Del otro lado, si la decisión la toma el Comité Ejecutivo Nacional del PAN me parece que la figura idónea como candidato gobernador interino sería el exalcalde Eduardo Rivera Pérez, un hombre que en Puebla tiene un prestigio muy bien ganado, un político honesto, puede ser que no tan eficiente como se quisiera pero goza de muchas simpatías entre los poblanos, no solo entre el PAN. Representa un ala conservadora y en su momento estuvo confrontado y hasta perseguido por Moreno Valle. Al final hicieron un pacto para que él fuera candidato a presidente municipal, nuevamente en la elección pasada.

“Se especula sobre el regreso de Ana Teresa Aranda, una mujer querida y respetada en Puebla, que desertó del PAN, justo por el comportamiento autoritario de Moreno Valle con quien tuvo una confrontación directa y tuvo la valentía de plantársele al entonces gobernador todopoderoso. Se habla que puede regresar a ese partido y ser nominada. Realmente es una jugada en muchas bandas”.

Cuestionado sobre la situación que se vive en Puebla luego de los decesos de la gobernadora y de su esposo, el periodista señala que se viven en la entidad momentos difíciles, ya que el periodo del conflicto poselectoral fue muy prolongado que se extendió hasta esta fecha por la tragedia.

Confrontación y exasperación

Al contextualizar, Hernández Alcántara señaló que el pasado proceso electoral estuvo plagado de irregularidades por parte del exgobernador Moreno Valle, donde se dieron circunstancias violentas, como el asalto a casillas a mano armada y otras situaciones que generaron en buena parte de la sociedad poblana la creencia o seguridad de que se estaba cometiendo un fraude.

“Por todo ello hay una suerte de confrontación, de exasperación, de crispación, que no atañe solo a los grupos políticos que disputaron la titularidad del Poder Ejecutivo, sino que se ha trasladado a la sociedad poblana que se encuentra muy polarizada.

“Esa división que se podía ver en cafés, que se podía percibir incluso en los hogares, en medios de comunicación y en las redes sociales, se dejó ver con mayor fuerza a partir de la tragedia y en la ceremonia fúnebre que tuvo lugar ayer en la explanada de la victoria, donde Sánchez Cordero fue recibida con manifestaciones de repudio muy crudas, con gritos de asesina y asesino dirigidas al presidente de la república y a su partido, por parte de grupos ligados al morenovallismo.

“Como antecedente, en las redes sociales se colocaron etiquetas como #asesino, y un clima de linchamiento verbal que no habíamos visto en Puebla. Se entiende que pueda haber exaltación, sentimientos de tristeza, de frustración entre los seguidores de Martha Érika y Rafael Moreno, pero en Puebla no habíamos visto manifestaciones de repudio tan fuertes a una autoridad federal, en una situación extraordinaria.

“Ni siquiera cuando Peña Nieto vino a Puebla y en su momento hubo un seguimiento muy tenaz de parte de las huestes de López Obrador que lo perseguían por todo el país. Insisto, esto es resultado de un ambiente de crispación, incluso de hartazgo en la sociedad poblana con esta situación, primero de indefinición porque hay un sector importante de la población que considera que hubo un fraude que quedó institucionalizado con la decisión del Tribunal Federal Electoral, mientras que hay otros que por supuesto no lo piensan, prácticamente hay dos bandos en el estado de Puebla. La confrontación es más que evidente”.

A referirse Hernández Alcántara al anuncio hecho antes de la tragedia, por parte del presidente López Obrador de no visitar Puebla, el periodista comentó que “lo que ha pegado a Morena es la actitud que asume el presidente de la república de no venir, por algunos fue bien recibida pero la sociedad poblana no lo vio así porque no hubo un comportamiento del todo institucional. Según lo declarado por la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero aquí en Puebla, ya había pláticas entre ella y la extinta gobernadora para empezar a destrabar este conflicto y que el presidente pudiera venir a Puebla a realizar las actividades que pudiera tener junto con la gobernadora. No se sabrá jamás si eso iba a pasar o no por esta desgracia”.

Respecto del manejo que deberá tener el Congreso del estado para nombrar al gobernador interino, Hernández manifestó que “quieran o no van a tener que llegar a un acuerdo porque esa confrontación llegó al Congreso de una manera salvaje. Ya había habido encontronazos a golpes y empujones entre los diputados de ambas fracciones y más allá del fragor en el debate parlamentario, que a nadie asusta, en reuniones de comisiones los diputados llegaron hasta los golpes e incluso no se dirigen ni la palabra, lo que en un parlamento resulta inverosímil pero ahora van a tener que sentarse y tomar acuerdos mínimos para nombrar al que será el gobernador interino”.

Negociación de corte federal

“Tiene que haber mucha habilidad sobre todo de la secretaria de Gobernación y mucha pericia para realizar una negociación que empiece a dar al menos estabilidad a Puebla, porque ya hay ciudadanos que están cayendo en el hartazgo. No me refiero a los que están politizados sino a la gente común y corriente, a la gente de a pie que pide que ya se defina la situación, porque para Puebla ha sido mucha indefinición.

“Una negociación de corte federal con los partidos en disputa, para en principio nombrar un gobernador interino, y en segundo lugar, determinar si la nueva elección de gobernador sustituto se realizará en los próximos tres años o hasta después de los tres años, como lo marca la Constitución”.