Ante los plenos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y de la Judicatura Federal, el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo señaló que los juzgadores no deben buscar popularidad, agradecimiento ni simpatía, “pues nos debemos a la ley y a nadie más, y aplicarla en algunos casos puede hacernos impopulares y sujetos de ataques, pero nuestro juramento debe bastar para soportar las críticas sin miedo, ni presión ni compromiso ajeno al de la justicia”.

El ministro hizo un llamado a los jueces para que sean prudentes, que no caigan en provocaciones y, sobre todo, evitar incurrir en la tentación de hacer política.

En alusión al conflicto que mantiene enfrentados al Poder Judicial de la Federación con el presidente Andrés Manuel López Obrador y con los senadores de Morena, señaló que el diseño de la democracia mexicana descansa en el principio de división de poderes.

“Ningún poder está por encima ni por debajo de otro, y el equilibrio de los tres poderes descansa en el respeto mutuo de sus respectivas competencias y facultades”, afirmó el ministro.

Durante la toma de protesta de una juez y 30 magistrados, el ministro Pardo advirtió que la Constitución contempla un esquema de resolución de conflictos entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, pero no de conflictos entre el Judicial y los otros poderes de la Unión, pues se da por entendido que dicho conflicto no puede ni debe existir si todos respetan la autonomía judicial.

En ese mismo tenor, afirmó que la autonomía y la independencia judicial no pueden ser excusas para no brindar a la sociedad a la que sirven “los mejores estándares de servicio en la impartición de justicia”.

Pardo Rebolledo indicó que la mejor defensa de los jueces es su prudencia, así como la reserva y discreción en sus actos, por eso los llamó a no caer en cualquier provocación derivada de la agresión y de la critica por más injustificada que sea.

Exhortó a los jueces no entrar en la arena de la batalla política en defensa de sus fallos,  ya que su deber es no esperar otra protección  que la otorgada por la Constitución y el respaldo de la sociedad a la que sirven,  aunque esto no impide que puedan expresarse en defensa de sus propios derechos.

Les pidió confiar en que existe una conciencia social que entiende que una democracia no puede existir sin un Poder Judicial sólido, autónomo y apto para defender a las personas de la arbitrariedad, la ilegalidad y la injusticia.

(Con información de Milenio)