La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, afirmó en un discurso a puerta cerrada frente a sus diputados, antes de someterse a una moción de confianza, que no se presentará a las próximas elecciones, previstas para 2022.

“Fue extremadamente clara: no liderará al Partido Conservador en las próximas elecciones”, afirmó a los medios el diputado “tory” Nick Boles tras el discurso, quien cree que May “merece ahora el apoyo de todos los conservadores para que pueda seguir con su trabajo”.

La jefa de Gobierno necesita obtener una mayoría simple en una votación a la que están convocados los 317 diputados conservadores para mantenerse al frente del partido y el Gobierno británico. Durante la jornada, más de 170 parlamentarios le han expresado apoyo, mientras que en torno a 30 han avanzado que se pronunciarán en su contra, según han calculado medios británicos, si bien la votación, que concluirá sobre las 20.00 GMT, es secreta.

“Va a sobrevivir y creo que saldrá más fuerte de esto”, dijo por su parte el diputado Tobias Ellwood tras escuchar el discurso de May en una sala de la Cámara de los Comunes. La moción de confianza ha sido activada por el ala más euroescéptica de los conservadores, que están descontentos con el acuerdo sobre el “brexit” al que ha llegado May con Bruselas.

Si May pierde la votación, se abrirán unas primarias para elegir a un nuevo líder conservador, a las que May no podría presentarse, un proceso que puede quedar resuelto antes de Navidad, según el presidente del grupo parlamentario “tory”, Graham Brady.

Previsiblemente May permanecería en ese caso al frente del Gobierno hasta que se formara otro Ejecutivo con el nuevo líder de los conservadores al frente. Si, por el contrario, obtiene el respaldo de una mayoría de sus diputados, el partido no podrá iniciar una nueva moción de confianza contra ella en un periodo de doce meses.

Con todo, la oposición laborista podrá todavía convocar una moción de censura en el Parlamento para tratar de forzar un nuevo Gobierno o unas elecciones anticipadas.

Resultado incierto

Durante la jornada, más de 170 diputados “tories” han expresado públicamente su apoyo a la primera ministra, según las cuentas de varios medios británicos, y en torno a 30 han asegurado que votarán contra ella, lo que a priori le asegura más de la mitad de las papeletas, si bien al ser una votación secreta los parlamentarios pueden cambiar de opinión hasta el último momento.

May llegó a la sala de comités del Parlamento poco después de las 17.00 GMT para ofrecer un discurso a puerta cerrada ante sus diputados. Los periodistas que esperaban al otro lado de la puerta escucharon golpes sobre las mesas de la sala, un gesto tradicional de apoyo al líder de los conservadores entre los miembros del llamado Comité 1922, que agrupa a los diputados “tories”.

La moción de confianza se ha iniciado después de que más de 48 diputados -el 15 % del grupo parlamentario- han enviado cartas a Brady pidiendo que se convoque el voto. El sector más crítico con May es la facción euroeséptica de los conservadores, que está en desacuerdo con el pacto del “brexit” al que ha llegado el Gobierno con Bruselas. Critican, en particular, la cláusula de seguridad diseñada para evitar una frontera en Irlanda del Norte, que en su opinión puede dejar al Reino Unido vinculado a las estructuras comunitarias durante años.

Ante la falta de una mayoría parlamentaria que la respalde, May aplazó el lunes la votación sobre ese acuerdo prevista para ayer y espera obtener en los próximos días nuevas concesiones de Bruselas que faciliten su aprobación.