El presupuesto 2019 asciende a 5 billones 814,291.7 millones de pesos, lo que implica una variación real de 6 por ciento respecto del presupuesto 2018. Se trata de una reingeniería del gasto público, en la que se integran: mecanismos para el combate a la corrupción; acciones de austeridad en el manejo de los recursos públicos; eliminación de gastos innecesarios que no impactan positivamente a la población, y la revisión de los programas sociales. Por primera ocasión en más de 30 años, la prioridad del gasto del gobierno federal es el bienestar de la población y de las familias mexicanas.

Es una muy buena noticia para todos los trabajadores. ¡Se acabaron los moches! En el presupuesto de 2019 no habrá ni un peso para moches. Los recursos de los 25 programas sociales prioritarios bajarán directo a los beneficiados. Se acabaron las pensiones a los expresidentes, los altos salarios de los servidores públicos, el derroche y los dispendios. Todas las dependencias del gobierno federal, la Cámara de Diputados, el Senado de la República, el Poder Judicial y demás disminuyen su presupuesto.

Se destinarán recursos suficientes a proyectos muy importantes para el desarrollo del país: tren Maya, corredor transístmico, caminos rurales, modernización y rehabilitación de infraestructura aeroportuaria y conectividad; así como internet para todos, apoyos a colonias marginadas, un plan de reconstrucción por los sismos de 2017, el programa Sembrando Vida, la pensión para personas discapacitadas, pensión para adultos mayores, becas y 100 universidades Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el Futuro, crédito ganadero a la palabra, fertilizantes, precios de garantía a productos alimentarios básicos, producción para el bienestar y apoyo a pequeñas y medianas empresas.

Austeridad, honestidad y combate a la corrupción son los principios que orientan la distribución del gasto público. La austeridad es el eje primordial en el presupuesto, la cual se ve reflejada en el nivel de gasto propuesto para servicios personales y para gasto de operación de las dependencias de la administración pública. A partir de los ahorros obtenidos en servicios personales y en los gastos de operación de los ramos administrativos, así como de la revisión de los programas sociales existentes, será posible financiar los programas prioritarios.

Tener un presupuesto con sentido social es posible, porque en materia de ingresos se actuó con responsabilidad. En 2019 no pagarás ni más, ni nuevos impuestos. Las contribuciones serán las mismas, pero además tendrás la garantía de que los impuestos serán ejercidos con honestidad y destinados a lo que el país más necesita. No habrá gasolinazos. Los precios de las gasolinas y del gas no aumentarán en términos reales, es decir, solo lo que aumente la inflación.

Habrá estabilidad económica. No gastaremos más de lo que produzcamos, es decir, el país no pedirá prestado, ni utilizará los créditos que tiene disponibles. Se actuará con responsabilidad. Pagaremos un promedio de veinte pesos por dólar en 2019. La inflación será de 3.4 por ciento y venderemos nuestro petróleo a un promedio de 55 dólares por barril. El presidente envió una propuesta de ingresos para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de todos mexicanos. Por primera vez tendremos el crecimiento económico con justicia y con respeto a la naturaleza. Se crearán empleos con salarios dignos para reducir la pobreza y la desigualdad.