La justicia te proporcionará paz, y también trabajos.

Raimon Llull

Quince meses de ignominia e inmoral insensibilidad política, encontraron su punto final el pasado domingo 16 de diciembre al darse a conocer el Programa Integral de Reconstrucción con el que el gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum restañará los daños provocados por la mercantilista visión con la que la pasada administración capitalina quiso resolver los daños provocados por los sismos de septiembre de 2017.

En menos de cinco meses de intensa labor y decidido compromiso a favor de los afectados, la actual responsable del gobierno capitalino se propuso levantar un censo real y definir una ruta legal y jurídica que garantizará el derecho humano a una vivienda digna y segura de quienes vieron perdido su patrimonio o parte de él y un necesario acompañamiento social para quienes perdieron a seres queridos o sus fuentes de ingresos a consecuencia del devastador movimiento telúrico.

Consciente de que el mayor patrimonio social de la ciudad es la solidaridad, la titular del Ejecutivo local se dio a la tarea de revertir el entramado jurídico financiero que los mercaderes del dolor y las necesidades básicas confeccionaron particularmente para Miguel Ángel Mancera, quien nunca entendió que transformar a los damnificados en deudores de la banca lo hundiría políticamente en el descrédito y deshonra pública.

Convencido por la usurocracia, el actual senador plurinominal entregó a la ley de la oferta y la demanda el dolor de cerca de 30 mil familias que vieron agravadas sus pérdidas materiales por la desmedida ambición de quien sentía la Presidencia de la República ya en sus manos.

En sentido contrario a esta condenable política de endeudamiento del dolor, la Dra. Sheinbaum y su equipo en reconstrucción recuperó principios básicos de justicia social y de forma clara y transparente los dio a conocer ante una asamblea conformada por los representantes más aguerridos de las víctimas, quienes expresaron su confianza en un programa que abarca la reparación de los daños sociales provocados por la conjunción de las fuerzas destructivas de la naturaleza y la corrupción que encontró en la desgracia un nicho de enriquecimiento ilícito.

La responsable elaboración de un censo real permitió conocer el ocultamiento y manejos político partidistas de la desgracia, gracias a ello quedó acreditado que el número de viviendas afectadas en todo el territorio de la ciudad es de 26,003 y que por encima de Xochimilco y Tláhuac se ubica Iztapalapa con 12,141 inmuebles dañados, además de los 169 monumentos, incluyendo la Columna de la Independencia cuya consolidación se prevé iniciar en breve a efecto de evitar un daño irreversible en tan emblemático símbolo capitalino.

Aplicando la reflexión del filósofo mallorquín Llull, el Programa Integral de Reconstrucción es un arduo trabajo que permitirá al gobierno de la ciudad hacer justicia a los damnificados, procurará paz a la sociedad capitalina.