Si queremos que todo siga como está,

es necesario que todo cambie.

Guiseppe Tomasi di Lampedusa

 A la hora que esto se publique habrá tomado posesión de la Presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador, y quizá ya se tenga un atisbo de cuál será, en palabras de don Daniel Cosío Villegas, su estilo personal de gobernar.

Una constante en sus discursos ha sido fijarse el objetivo de erradicar lo que califica como el virus del neoliberalismo, el cual, de acuerdo con su personal visión histórica, puso fin a los gobiernos de la Revolución Mexicana.

Con todo respeto me niego a aceptar la hipótesis de que será una versión del venezolano Hugo Chávez, pues toda su trayectoria y sus propuestas reflejan más bien la filosofía que caracterizó a varios de los presidentes de México del siglo pasado.

Un repaso imparcial de sus discursos llevará, sin duda, a la conclusión de que existe la posibilidad de que coincida con José López Portillo, quien vaticinó: “seré el último presidente de la Revolución Mexicana”.

Personalmente, desde el 1 de julio, he sostenido públicamente que la mayoría de los 30 millones de votantes que sufragaron por el hoy presidente de la república decidieron enviar al basurero todo lo que nos había llevado a la transición democrática.

Mi hipótesis personal es que, contrario al pensamiento de los más distinguidos actores de nuestra transición, esa mayoría de mexicanos decidieron ignorar aquello de la división de poderes y tantos principios de la democracia representativa.

En suma, personalmente creo que los mexicanos votaron por el regreso de la presidencia imperial, el retorno del presidente todopoderoso construido por las leyendas urbanas y el imaginario de politólogos y las certezas del ciudadano de a pie.

Y no debe haber quejas, pues quienes lamentan que eso ocurre son los mismos que durante cinco años, por distintas y complejas razones, se dedicaron a socavar las instituciones, especialmente la presidencial. Sus quejas de hoy, en este generoso espacio de Siempre!, las he señalado con la castellana frase de “tú lo quisiste, fraile mostén, tú lo quisiste, tú te lo ten”.

En los próximos meses sabremos cuál es el  modelo de presidente al cual corresponderá su mandato. Aun quienes no hemos estado de acuerdo con él, tenemos la obligación de darle el beneficio de la duda, pero también la obligación de exigirle y exigirle mucho a quien ganó la Presidencia de la República.

Jfonseca@cafepolítico.com